Todo comenzó con unas declaraciones, las de Laura, hermana de la exnuera de Raquel Bollo. Afirmaba que la colaboradora era "falsa", añadía que tiene dos caras y no dudaba en decir que había influido en la ruptura de su hermana, Aguasanta. Raquel se derrumbaba, pero la polémica continuaba. Pocos días después, Laura intervenía de nuevo, esta vez en directo y en pantalla. Aseguraba que ocurrió algo el pasado mes de octubre, que a partir de ese momento la actitud de Raquel cambió, tanto con su hermana como con la familia, pero no quería hablar de ello por cuestiones del horario del programa.
Raquel Bollo, ausente en el programa, intervino telefónicamente. Sabía lo que iba a contar Laura y decidió atajarlo de raíz: "En verano de este año a mí se comunica la situación que hay entre mi hijo y mi nuera (...) Si eso no se para, mi nuera estaría hoy como Isabel II", explicaba. Laura insistía en que el comportamiento de Raquel Bollo cambió y la propia Aguasanta, exnuera de Raquel, concedía unas declaraciones al programa. En ellas se posicionaba del lado Raquel Bollo y no quería entrar en la polémica aunque, poco después, reconocía al reportero Juanjo Perona que su hermana no mintió cuando aseguró que ella, tras conocer la noticia, estaba "ilusionada".
Durante estos días Raquel Bollo ha estado ausente pero ha reaparecido. Quería matizar que si ha estado fuera es porque ha estado enferma y quería explicar mejor lo sucedido. Cuando a ella le comunicaron lo que pasaba, ella habló con ambos "doy los consejos que como madre y como mujer veía, los pros y los contras, hablamos de que ella tenía 20 años y él recién cumplidos los 18. Por mi propia experiencia les dije lo que veía, di unos consejos y la decisión la tomaron ellos, yo no tomo ninguna decisión".
También explicaba cómo supo la noticia. Ella recibió una llamada de su hijo cuando estaba a punto de comenzar el programa: "Me llama por teléfono mi hijo llorando, ‘mamá llama a Santi que está muy mal’ y me explica lo que él quiere y que está en una situación y que ella dice que sí". Raquel llamó entonces a Aguasanta, que también estaba llorando, la colaboradora reconocía que su tono era alterado, pero lo era por la situación, dado que acababa de saber la noticia y tenía que entrar a plató.
"Primero tengo una bulla con él tremenda, primero con mi hijo y ya luego hablo con ella, a lo mejor el tono mío era alterado", eso sí, matizaba algo: "Yo no amenazo, el tono era alterado y su hermana me llama, me dice ‘te has puesto con ella que no veas’, digo que hablaría con ella más tranquila y le pediría perdón por mi tono".
Raquel continuaba dando detalles de la conversación con su exnuera para poder explicar lo que verdaderamente molestó a Aguasanta: "Yo le digo a ella, 'esto va a llevar a una ruptura porque evidentemente hay una desavenencia', mi hijo puede pensar que es impuesto porque él no quiere y ella sí. Digo esto ¿Qué es por…? y esa frase parece que es la que a ella le molesta". Sin embargo, más tarde hablaron y las cosas se solucionaron entre ellas.
Insistía en que tan sólo aconsejó tanto a Manuel como a Aguasanta y, ante la polémica generada por sus palabras, añadía que aunque dio un consejo, también demostró su apoyo: "Yo le puse en lo malo y en lo bueno, a mí sí me tendría, a lo mejor no tendría en mi hijo. Aun tirándome su hermana me sigue teniendo".