“Me he sentido tan querido por vosotros que me da un subidón ¡Viva Sálvame!”, comenzaba a decir Joaquín Torres tras regresar a plató. Ha estado ausente dos semanas en el programa tras sufrir un accidente y explicaba: “Yo crucé por el semáforo, no me preguntes si estaba verde o en rojo porque no me acuerdo, crucé y me arrolló un coche”. Sin embargo, no recuerda nada de lo sucedido: “No tengo conciencia del momento hasta que estuve en la ambulancia”.
Sucedió en la calle de Goya de Madrid y el conductor era un chico de 19 años: “La policía le paró. Era un chaval muy joven, no es que lo disculpe porque cuando uno lleva un coche, pero era un chaval de 19 años, tampoco quiero… yo a ese chaval le puedo destrozar la vida y lo que quiero es que todos tengamos conciencia, yo el primero”. Joaquín continuaba explicando que en el mismo momento del atropello le atendieron dos médicos que estaban en la calle: “me paralizaron uno de los coágulos”, decía.
Como consecuencia del impacto tiene distintas magulladuras, pero lo más importante es el oído: “Lo más gordo que tengo es que tengo fracturado un hueso del cráneo, el peñasco, que aloja el oído, y eso es lo que me ha hecho perder el 80% de audición”. Aún no sabe si podrá recuperarla, tiene que acudir de nuevo al médico y pasará algún tiempo hasta saberlo, “con calma”, decía.
Joaquín reconocía que los primeros días en el hospital fueron duros: “No me podía poner de pie, no reconocía a mis hijos, me asusté mucho, no podía dibujar y decía ¿Qué hago ahora de mi vida?” Lo mismo le ocurrió a su mujer, Mercedes; “ella reaccionó con miedo, me decía qué es de mi vida si no estás".
Reconoce que ha pensado en lo que ha podido suceder: “He tomado conciencia de que te pasa algo mañana, desapareces y te conviertes en un problema en vez de en una solución”, decía y añadía que hasta ahora no había hecho testamento.
El arquitecto concluía con un mensaje: “Estoy vivo y creo que todos nos quejamos diariamente, pero el estar vivo… Hay que aprovechar cada día al cien por cien, como si fuera una oportunidad para vivir bien”.