Según Kiko H., Josefer y Ortega tuvieron un altercado en un hotel tras su salida de prisión
Josefer ha pasado su primera noche en el instituto Hipócrates, a 50 kilómetros de Barcelona. El hijo de Ortega ha ingresado en este centro para rehabilitarse después de salir de la cárcel, donde permanecerá entre dos y cuatro meses. Mila ha asegurado que "Josefer no quería ingresar en el centro".
El pasado miércoles Jose Fernando, Ortega Cano y su guardaespaldas partían desde Alicante hasta el centro de rehabilitación situado a 50 kilómetros de Barcelona. Este trayecto contó con varias paradas por el camino, en una gasolinera, en un restaurante y en otra gasolinera. En todo momento, Ortega Cano esquivó a los medios, hasta llegó a taparse la cara con un sombrero. El viaje acabó sobre las diez y media de la noche cuando llegaron por fin al centro Hipócrates.
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Una vez allí, el diestro permaneció en el instituto durante una hora y cuarto y a su salida se mostró muy amable con los medios. Atendió a todas las preguntas incluso algunas muy incómodas para el diestro referidas a su ingreso en prisión, "estoy preparado para entrar en la cárcel". Considera que la intención de su hijo es buena tras el ingreso, "me voy tranquilo", ha afirmado. Además, ha aclarado que Pepe el Marismeño seguirá siendo su tutor y, por ahora no contará con su hijo para regentar el restaurante que tiene en Benidorm.
Pero tras su salida de prisión y antes de llegar al centro de rehabilitación, Josefer, su padre y el guardaespaldas hicieron noche en el hotel Kenia de Granada. Y allí ocurrió algo muy grave según ha contado Kiko Hernández. "Desayunan tranquilamente, dan un paseo, vuelven y qué sucede dentro del hotel. Hay una persona del hotel que graba unas imágenes, coge su móvil y Ortega se da cuenta y eso no está permitido. Y se produce un altercado entre Ortega y esta persona, también participa Josefer y el guardaespaldas, ha explicado. A continuación, se presentó la Guardia Civil y no presentan denuncia ni el que graba ni Ortega Cano, ha seguido contando. Y es que llegaron a un acuerdo: la persona que les grabó, pidió al diestro que le devolviese el móvil porque tenía imágenes de su familia, y "todo queda en un incidente que se solucionó en el mismo momento", ha explicado el colaborador.