Rafa, entrenador de Sema, quiere ayudarle pero sabe que tiene que ser estricto con él para que consiga sus objetivos. Por ello, no podía evitar el mosqueo cuando llegaba y veía a Sema tomando el sol y maquillado. Sin embargo, Sema cambió pronto el chip, subió y bajó escaleras, hizo todos los ejercicios... Tanto que el entrenador estaba sorprendido por su entusiasmo.