Un evento en el maravilloso Jardín Botánico de Madrid traía a Isabel Preysler hasta el micro implacable de Chelo. Pero Chelo llega tarde. Tras esperar la llegada de la novia de Vargas LLosa, Isabel posaba, sonreía y se marchaba. Chelo, periodista incansable, ha esquivado la maleza del Botánico hasta conseguir una respuesta de la Preysler: ella y el premio Nobel no se casarán en Portugal. Este ha sido un semi-éxito de 'Diario Ché'.