Kiko Hernández ha venido hoy al plató como si fuese el chico Martini, con unas gafas de sol. Pero Kiko no lo ha hecho para intentar seducir a nadie, sino por un orzuelo que le ha salido en el ojo. ¿Habrá sido de todo lo que habrá llorado de la emoción estos días tras el resultado de las encuestas?