Carmen Borrego se siente muy desanimada cada vez que sale del plató de ‘Sálvame’. El hecho de que le cambien de look, que tenga que bajar las escaleras bajo la mirada de todos y no reconocerse en el espejo le produce vergüenza. Pero además, no siente motivación y teme la confrontación con sus compañeros. Por eso, ha estado a punto de abandonar su desafío en el programa.