Chelo García-Cortés desvela por qué la primera vez que fue a Cantora casi no pudo ni comer

  • La colaboradora de 'Sálvame' se quedó muy impresionada con las cabezas de toro que había en la pared

  • Kiko Hernández tiene a Chispitas, su gato fallecido, disecado en casa

Chelo García-Cortés ha ido varias veces a Cantora, la casa de Isabel Pantoja. Hoy nos ha contado por qué la primera vez que visitó la finca se quedó tan impactada que casi no pudo ni probar bocado.

La colaboradora de ‘Sálvame’ entró en el comedor de Cantora y la sentaron delante de una pared en la que había colgadas “cinco o seis cabezas de toro”. Esa imagen dejó muy impresionada a Chelo, tanto que “no podía ni comer”.

Algunos de sus compañeros se han sorprendido de que eso le afectase tanto a Chelo, pero Gema López se ha puesto de su parte. Considera que quien no se ha educado en ese mundo taurino y no está acostumbrado puede verse muy sorprendido con algunas tradiciones.

En tono de broma, Antonio Montero le ha preguntado a su compañera si además de sentarla enfrente de los toros le dieron de comer rabo de ese animal. Chelo ha dicho que no, pero ha añadido: “Cada vez que he comido en casa de Isabel Pantoja he comido muy bien”.

Chispitas, el gato disecado de Kiko Hernández

A quien no le ha parecido raro el tema de tener animales disecados en casa es a Kiko Hernández, que tiene en el salón a su gato fallecido, Chispitas. Cuando ha escuchado el nombre, a Carlota Corredera le ha dado un pequeño ataque de risa. El colaborador afirma que a él lo que le da pena es el sufrimiento animal, no el hecho de disecar luego sus cuerpos. Eso sí, dice que cuando el taxidermista le ofreció ponerle ojos a Chispitas se negó: “Yo lo quiero dormidito”.