Kiko Matamoros cree que lo que más le va a molestar a Lucía Pariente, la madre de Alba Carrillo, es que dijese que ambas eran algo parecido a un fallo de Dios. El colaborador ha rectificado pero de una manera un tanto irónica: “Pido perdón por lo que dije, me he equivocado. Dios ha hecho de todo para poder comparar lo bueno y lo malo (…) ellas son un buen ejemplo para valorar lo que no merece la pena”.