Tras un momento de una emoción muy intensa, María ha abrazado a Gustavo en directo y se ha derrumbado: “No soy buena para él, será mejor sin mí”. María lamenta que todos la acusen de montajista porque piensan que es “fría” y “calculadora” pero apunta que el verdadero problema es que ella se ha centrado en sus hijas y no en su relación.