¡Te enseñamos las claves para que la relación con tu perro sea más especial aún!
telecinco.es
14/02/201816:38 h.¿Cómo educar a tu perro?
El refuerzo positivo es un método educacional basado en guiar y dirigir al animal hacia un comportamiento apropiado:
- El refuerzo positivo es más efectivo y divertido, tanto para el animal como para el propietarioPara perros con un carácter difícil o desobediente, el refuerzo positivo es el único método que funciona
- El entrenamiento se realiza con recompensa. El uso de snacks como los bocaditos Pedigree Tasty bites es una buena forma de educación ya que a los perros les encanta, son de pequeño tamaño para evitar que el perro se distraiga y además son bajos en calorías evitando que el animal engorde.
- El refuerzo positivo también incluye recompensa como caricias, abrazos y palabras amables.
Las etapas de su aprendizaje
- La primera etapa en la que se basa el refuerzo positivo es la repetición. Cada vez que tu perro haga el ejercicio correctamente, recompénsale con un premio. Se necesita ser paciente y perseverante, y hay que mostrarle siempre, siendo consecuente, qué está bien y qué está mal.
- Cuando el perro haya aprendido una orden, será el momento de pasar a la segunda fase: el refuerzo intermitente. En esta fase, no se le recompensa con premio cada vez que lo haga bien, sino de forma más esporádica. Esto sirve para reforzar su comportamiento.
- Después, la frecuencia de la recompensa sigue reduciendo, hasta que solo le des una de muy de vez en cuando, y solamente si el perro ha obedecido rápida y correctamente. En cambio, las caricias y las palabras amables deben usarse siempre.
Tienes que recordar que…
También hay un refuerzo negativo pero no debería verse como algo malo: si el refuerzo positivo consiste en dar al perro una recompensa cada vez que haga algo bien, el refuerzo negativo simplemente cosiste en no darle ningún premio lo que el perro interpreta como reprimenda.
¿Cuándo?
- No dejes que el perro vea la recompensa antes de que realice el ejercicio
- Dale la recompensa inmediatamente después de que haya obedecido la orden correctamente, sino, no lo asociará con el comportamiento deseado.
- Para que sean exitosas, las sesiones deben ser cortas, divertidas y estimulantes para el perro. Es recomendable tomar descansos entre las sesiones, así el animal asimilará lo que estás intentando enseñarle.
Comunicación entre los dos
Tu voz y tu actitud deben ser claras e indicativas para enseñar al animal lo que está bien y lo que está mal. La inmediatez es un factor clave. Si llegas a casa y ves que ha hecho algo mal, no le regañes, porque no asociará el castigo con el mal comportamiento y esto solo le confundirá.
Tu voz es clave en su educación
Los perros no entienden el significado de las palabras, pero ‘puede’ distinguir sonidos. A través de la repetición, son capaces de asociar una palabra con un comportamiento determinado.
- Lo que entienden es el tono con el que se les habla. Si usas un tono alegre y estusiasta, entenderá que ha hecho algo bien: si usas un tono brusco y serio, entenderá que no estás contenido.
- Las palabras que utilices para dirigirte a tu perro deberían ser cortas, fáciles de reconocer, y siempre las mismas para cada una de las acciones.
- Para regañarle, una un tono firme y autoritario, pero sin gritarle. Un simple ‘¡No!’ con un tono firme.
Tus gestos le guían
La comunicación visual, a través de gestos, puede ser más importante que los sonidos. Las personas a veces no somos conscientes de la cantidad de gestos que usamos, y por esto, cuando intentamos comunicarnos con un perro, es esencial controlarlos de manera apropiada.
- Las órdenes verbales deben ser reforzadas con un gesto (e incluso utilizar solo la mímica), para que el perro las entienda más fácilmente.