El actor ha confesado que el trabajo ha sido su salvavidas porque se dió cuenta muy pronto que "trabajar drogado me iba a convertir en un esclavo de la droga". Además, Pablo ha confesado que la droga la ha utilizado como algo social pero que no la ha necesitado nunca para trabajar. Carbonell ha afirmado que las verdaderas salvadoras de su vida, además del trabajo, han sido sus dos hijas.