Mentiras, medias verdades y mucha hambre: la negociación más tensa de los concursantes de 'SV'

telecinco.es 06/06/2018 01:24

Unos sacos decidieron el orden en el que los concursantes se enfrentarían a las cajas. Los primeros fueron Sofía y el Sofía Maestro Joao Ella sabía que en su caja había una pizza y en la del Maestro una riquísima lombarda. Con sus tretas consiguió su propósito y se fue feliz con la enorme pizza. Triste con la lombarda, Joao aún tenía otra oportunidad: debía convencer a Raquel Mosquera para que no eligiera su caja, que contenía un cubo de pollo, y se quedara con la mitad de una lima… ¡Y lo consiguió!

Raquel no tuvo suerte ni a la primera ni a la segunda. Intentó hacerle la envolvente a Logan para que levantara la caja que ella tenía enfrente y que contenía un vaso de agua, así ella podría conseguir una tableta de chocolate, pero el juego no le salió como esperaba y la pobre se marchó con su media lima y su vasito de agua. Logan, por su parte, tuvo una experiencia “agridulce”. Intentó que Sergio se quedara con unas cabezas de gamba para él sumar unos huevos con chorizo y pan a su chocolate, pero en su caso utilizó la verdad y la jugada le salió mal.

Turno de Sergio. Podía llevarse un bocata de jamón o unos bordes de pan. Todo dependía de si lograba convencer o no a Hugo. Y no lo convenció para suerte del gaditano, que casi rompe a llorar de alegría al ver que podría comerse un pedazo de bocadillo enorme de jamón serrano. Sergio se quedó los bordes de pan “para mojar el huevo”.

La última ronda la protagonizaron Hugo y Sofía, la primera concursante, para así cerrar el círculo. “¡Cuánto tiempo sin tener una cita con Sofía!”, decía irónico Hugo, que estaba tan ansioso por llevarse, además del bocata, tres filetes de carne, que el subconsciente le traicionó, sacó una sonrisa en un mal momento y tuvo que conformarse con un tomate cherry con queso, ya que Sofía fue la que se llevó la carne. Unas vez todos juntos, los ojos les brillaban, incluso a Raquel, que como bien dijo “hay que saber perder” y “el agua con lima viene muy bien para mantener la línea”. ¡Quien no se conforma es porque no quiere!