Del bungaló donde Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta a la casa de las niñas de Alcàsser: el turismo del crimen se dispara

El turismo de la muerte está arrasando cada día más. Las personas están cada vez más interesadas en permanecer en lugares donde ocurrieron asesinatos o tragedias y el negocio se ha disparado. Por ejemplo, el morbo por dormir en la misma estancia en la que Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta en Tailandia tiene un precio. Centenares de viajeros quieren hospedarse en la misma habitación en el que sucedieron los hechos.

Antes de que sucediera el asesinato, la habitación costaba 15 euros la noche y ahora ronda los 226 euros. Esto demuestra que el tanatoturismo se está poniendo de moda en la sociedad y las reservas se agotan cada dos por tres. El precio ha subido 20 veces más del valor que originalmente tenía.

Pero, ¿por qué esto se ha convertido en una atracción turística? El psiquiatra, José Cabrera, ha explicado que la gente que va a estos sitios solo lo hacen por interés: "Suele ser gente normal a la que le llama la atención este tipo de circunstancias". El caso de Daniel Sancho no es el único que despierta interés, ya que la casa donde se cometieron los crímenes de las niñas de Alcàsser también se ha transformado en una atracción turística.

Ana Rosa ha informado de que ya hay una lista de espera inmensa para ir a la habitación de Daniel Sancho. Además, en el programa se han hecho una pregunta, ¿esto es un trastorno mental o un morbo puro? El psicólogo, José Miguel Gaona, ha confirmado que esto solo se hace por ver cómo pasó todo, nada más: "Intentamos aprender, ver el entorno, ver cómo han sucedido las cosas... El interés por donde han ocurrido hechos luctuosos realmente no es nada nuevo".