La que fuera concursante de ‘Supervivientes’, que ahora ha desatado la ira de Mila Ximénez, demostró en su primera visita a Telecinco que era una mujer sin máscaras y con las ideas muy claras. Se reveló como una mujer enamorada y hasta confesó, subida en la mesa insinuante, que se haría un tatuaje en el pecho, si encontraba al hombre de su vida. Y con esta actuación dejaba sin aliento ¡al mismísimo Javier Sardá!