Sara López es una joven sevillana que estaba paseando por Madrid junto a su madre cuando un grupo de manteros le arrolló. Huían cuando uno de ellos le golpeó en el esternón, ella cayó y ya no tuvo oportunidad de levantarse: “intenté incorporarme, otro me pasó por encima y todos los que pasaron me iban saltando o dando”.
Ha tomado medidas legales, pero quiere hacer un llamamiento y es que su caso no se instrumentalice contra nadie: “casualmente he sido arrollada por un grupo de manteros, pero pediría que ni mi testimonio ni mi caso se utilice de trampolín para atacar a nadie (…) No tengo nada en contra de nadie ni politizar este asunto porque ha sido un hecho para mí puntual, voy contra estas personas que no han tenido piedad de dejarme en el suelo, pero que no se me utilice para atacar a nadie”.