Cómo cuidar tus discos de vinilo para que te duren toda la vida
Para preservar intacta la calidad de sonido de estos discos hay que saber cómo tratarlos y cuidarlos correctamente
Una conservación adecuada, una manipulación correcta y una limpieza efectiva son vitales para conservar los vinilos en buen estado
¿Por qué los vinilos de colores son el nuevo objeto de deseo?
Es incuestionable que el viejo disco de vinilo vive una segunda juventud. No solo por el apego de los melómanos veteranos que prefieren volver al crujido de la aguja sobre los surcos y el mayor rango dinámico de su sonoridad frente al streaming, ni por el interés de los coleccionistas por los ejemplares más raros y las joyas descatalogadas, sino por el aliciente que para las nuevas generaciones supone tener en un formato físico muy estético los álbumes de sus artistas favoritos, ya sea Taylor Swift o Harry Styles. Esto explica que solo la mitad de quienes compran vinilos tengan tocadiscos para escucharlos. Pero quienes sí disfrutan de la experiencia auditiva deben tener en cuenta que si no se cuidan correctamente estos discos pueden terminar arruinados.
Tanto si eres un experto en la acumulación de LPs como si te estás iniciando ahora en su colección debes saber que para preservar su calidad intacta hay que saber cómo tratarlos. Veamos algunas pautas para disfrutar del mejor sonido de tus vinilos durante toda la vida.
Conservación
En primer lugar, es importante que los discos estén almacenados en un lugar limpio y seco, evitando las temperaturas extremas, la humedad y la luz solar directa. Después, es conveniente que cada disco vaya en su propia funda de plástico. Estas son asequibles y van a evitar la fricción entre las carpetas cuando las apilamos en las estanterías, ya que el cartón en realidad no es muy resistente.
También es vital que el vinilo no se mueva en el interior de su carpeta. Por ello lo normal es que venga en una funda protectora de papel, pero estas hojas pueden llegar a arañar el disco de tanto meterlo y sacarlo, así como crear polvo del papel. Desde luego estas fundas son mejores que nada, pero pueden deterior el disco mucho más rápido que otras opciones. Por ejemplo, las fundas de poly, o polipropileno, que perduran más en el tiempo aunque son más caras. Lo bueno es que este material elimina los problemas de polvo y arañazos. Otra opción es la funda de papel con revestimiento de polipropileno, una mezcla de los dos materiales anteriores. Decantarse por cualquiera de ellos es al final una cuestión de preferencia personal.
Un error muy común es colocar los discos unos encima de otros apilándolos. Un disco de vinilo de 12” puede tener un peso que está entre los 140 y los 220 gramos, es decir, mucho más pesado que otros formatos. Si se acumulan unos sobre otros horizontalmente la presión los deformará. La mejor opción es tenerlos siempre en vertical en las estanterías.
Manipulación
Al sacar el disco de su funda es importante no tocar los surcos. Mucha gente toquetea despreocupadamente la superficie del disco dejando unas huellas que pueden provocar modificaciones en el sonido. Cuando tus dedos contactan con el plástico puedes transferir aceites de tu piel a los surcos, en los cuales el polvo puede rayar. Y también se corre el riesgo de golpearlos con las uñas. Cuando vayas a manipular uno de estos discos hazlo siempre por los bordes y la etiqueta del centro.
Limpieza
Limpiar los discos antes de reproducirlos también va a contribuir decisivamente no solo a la calidad de la experiencia sonora sino a la durabilidad del material. Lo ideal es utilizar un cepillo de fibra de carbono para limpiarlo antes y después de cada reproducción. Se debe cepillar de dentro hacia los bordes para prevenir el polvo y la suciedad. Esto además reduce la electricidad estática.
Si queremos dar a nuestros discos una limpieza más profunda podemos utilizar una combinación de agua destilada, alcohol isopropílico y unas gotas de jabón neutro. Para aplicarla se debe usar un paño de micro-fibra que no sea muy agresivo para la superficie del vinilo y hacer movimientos circulares. Después habría que secar con otro paño distinto de micro-fibra también.
Una vez que el disco está limpio solo quedaría revisar que la aguja del tocadiscos esté en buen estado para que no queden partículas de polvo que distorsionen el sonido. A partir de ahí, cerrar los ojos y disfrutar.
