El pueblo de Castilla La Mancha donde nació Pedro Almodóvar
El director de cine nació en un pueblo de Ciudad Real, Calzada de Calatrava
La localidad ha mantenido unas costumbres, festejos y ritos peculiares, el ‘Juego de las Caras’ de Semana Santa
El único pueblo medieval español que no fue invadido por Napoleón
MadridPedro Almodóvar es inconfundible, uno de los cineastas españoles más aclamados en el mundo del cine, no solo a nivel nacional, también internacional. Nació en Calzada de Calatrava, un pequeño pueblo de La Mancha. Siendo niño se mudó junto a sus padres y sus hermanos, Agustín, Antonia y María Jesús, a Extremadura. En Cáceres, estudió el bachillerato en colegios religiosos, concretamente, de salesianos y franciscanos. Con 18 años se trasladó a Madrid donde trabajó esporádicamente como actor y trabajó en Telefónica. Vivió de lleno la Movida Madrileña y formó el dúo de punk-glam rock Almodóvar & McNamara.
El director de cine siempre ha llevado en la sangre el pueblo que le vio nacer, crecer y empezar a soñar con el mundo del cine, Calzada de Calatrava, es un municipio situado entre el Campo de Calatrava y las sierras de Puertollano y San Andrés. Con poco más de 3.700 habitantes destaca el Castillo de Salvatierra, esta localidad tuvo un fuerte empuje económico gracias a la antigua fábrica de pegamento de la empresa Imedio. Con todo, la fábrica cerró y, actualmente, la economía de Calzada de Calatrava se sustenta a través de la ganadería y de la agricultura. Su ubicación estratégica en la Ruta de Don Quijote convierte a Calzada en un lugar perfecto para los amantes de la historia y la literatura.
Un pueblo con mucha historia
Calzada de Calatrava es un tesoro para quienes buscan sumergirse en el pasado y disfruten con la historia de España. En cuanto a sus orígenes, destaca en esta zona el Castillo de Salvatierra, que servía en época musulmana para proteger el camino que discurría entre Toledo y Córdoba. Posteriormente, la Orden de Calatrava reconquistó y ocupó definitivamente este territorio tras la victoria en las Navas de Tolosa en 1212. Es en este momento cuando se fundó el municipio actual, que también coincide con el traslado de la orden al Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva en 1217.
Con el paso de los años, Calzada de Calatrava creció notablemente y se construyeron un gran número de viviendas. Sin embargo, los pequeños anejos de este municipio, Belvís, La Alameda y Villanueva de San Carlos se fueron independizando. Además, a pesar del paso del tiempo, la localidad ha mantenido unas costumbres, festejos y ritos peculiares, como las célebres «Caras» de Semana Santa”, aseguran desde Turismo de Ciudad Real.
Ya en el siglo XX, esta localidad tuvo un fuerte empuje económico gracias a la antigua fábrica de pegamento de la empresa Imedio.
El Castillo de Calatrava la Nueva es una de las señas de identidad del pueblo y toda una joya de la arquitectura medieval. Además, ofrece vistas panorámicas de la comarca y cuenta con una iglesia fortificada y restos de murallas que con historia viva de España. En el centro del pueblo se encuentra Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVI, con un estilo gótico-renacentista. Esta pequeña Ermita de San Sebastián, ubicada a las afueras, es un punto de interés para quienes disfrutan de la arquitectura religiosa y el aire libre.
El ‘Juego de las Caras’ de Semana Santa
Si algo caracteriza a la Semana Santa en España es la cantidad de tradiciones para celebrar una misma festividad. El ‘Juego de las Caras’ es una tradición en muchos de los pueblos con origen en la reconquista realizada por la Orden de Calatrava, pero alcanza su máximo esplendor en la localidad de Calzada de Calatrava.
Su origen está en el sorteo de la túnica de Cristo, que no fue partida en varios trozos, sino jugada entre los soldados romanos al pie de la Cruz.
"El juego se inicia con una ceremonia en la que los subastadores pintan un amplio círculo en el suelo. Los jugadores se dividen en "puntos" -los que apuestan- y "banca" -los que gestionan el dinero ganado y perdido-. El jugador deposita en el círculo la cantidad de euros que desee y la banca se lo iguala. El subastador lanza al aire dos monedas, normalmente de cobre y de diez céntimos, acuñadas durante el reinado de Alfonso XIII. Estas monedas reciben el nombre de piezas. Si ambas salen cruz, gana el jugador. Si ambas salen cara, gana la banca. Si salen cara y cruz, nadie gana y vuelve a repetirse el lanzamiento”, cuentan desde la web de Turismo de Castilla La Mancha. Este acto tiene lugar el Viernes Santo.
