Cómo dormir de un tirón, consejos que nunca habrás probado: "El sueño profundo empieza a acortarse a los 40"
El insomnio es un problema de salud pública que sitúa a España a la cabeza de consumo de fármacos
Con la edad, los patrones cambian, pero no hay por qué resignarse a pasar las noches en vela
Traemos algunas de las cien técnicas, originales e inofensivas, que propone Anna Barnes, autora de 'Insomnio. ¡No puedo dormir!'
Dormir bien se ha convertido en todo un desafío. En España, empezamos a batir récords, pero no precisamente positivos. Uno de cada diez adultos toma regularmente fármacos para conciliar el sueño, según el Ministerio de Sanidad, lo que nos convierte en el primer país del mundo en consumo de pastillas para lograrlo. Y lo peor es que un 25% de las personas que recurren a ellas siguen teniendo dificultad para conciliar el sueño. ¿Qué está fallando? ¿Hay alternativas?
Los datos anteriores proceden un estudio liderado por la Sociedad Española del Sueño (SES) y publicado en el último número de Sleep Epidemiology. De él se desprende que para uno de cada diez adultos el insomnio es crónico. Es decir, hasta 5,4 millones de españoles, una cifra que se ha duplicado en las dos últimas décadas. Y de acuerdo con este trabajo, habría que añadir un 4,8% más que no se han contabilizado porque corresponden a personas medicadas que no tendrían síntomas. Estamos ante un problema de salud pública que, en mayor o menor medida, afecta la calidad de vida del 45% de la población mundial.
La arquitectura del sueño cambia con los años
Con la edad dormimos peor y cambian los patrones conforme vamos ganando años. Aunque el tiempo total de sueño se mantenga o disminuya ligeramente, cuesta más quedarse dormido y hay más despertares en el transcurso de la noche. Hasta tres o cuatro veces. Los mayores lo describen como un sueño ligero o noches casi en blanco sin apenas momentos de sueño plácido, continuado y reparador. Realmente, ese estado de sueño profundo empieza a acortarse ya a partir de los 40. Influye la ansiedad, la incomodidad o el dolor por alguna enfermedad. Esto no significa que, por ser mayor, haya que resignarse.
Aunque hay nueva generación de fármacos que son más seguros para su uso a largo plazo, sin efectos residuales ni síntomas de tolerancia o dependencia, la terapia cognitivo-conductual se considera el tratamiento más eficaz para quienes continuamente tienen dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidos. Pero antes de cualquier solución, los profesionales valoran si existe una buena higiene del sueño y si la adopción de buenos hábitos sería suficiente para reparar este trastorno.
