Es precisamente la capacidad de abstacción lo confiere al ser humano su naturaleza. Es lo que diferencia al hombre de los animales, por ejemplo. Es lo que hizo que en Altamira aquellos homínidos dieran el primer 'brochazo' con pelo de lo que fuera y con tintes vegetales. Fue el nacimiento del arte, la actividad que nos hizo evolucionar hasta nuestros días.
Y en nuestros días existe un genio llamado Woody Allen. También genera arte, a través de sus películas principalmente. En una de ellas, 'Todo lo que quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar', hay un último sketch acojonante. En él aparece el interior del cerebro de un hombre como si fuera un laboratorio con gente dirigiendo las funciones vitales del fulano. En concreto, la acción se centra en el coito entre el protagonista en subjetivo y su amante furtiva de esa noche. Sexo esporádico, vamos.
Con todo este rollo infumable lo que tratamos de explicar es que nuestro capítulo de esta semana, 'Hombre lija soltero busca', está inspirado en aquel sketch de Woody Allen. Sólo que en vez de tratarse de un polvo como dios manda, en nuestro caso lo hemos simplificado y centrado en un besito romanticón y pastelero de una cita ídem. Dentro del cerebro del pobre Hombre Lija en este caso se encuentran alojados Willy, Diego y Alejandra, encargados de dar las órdenes correspondientes para que el beso llegue a buen puerto.
¿Lo conseguirán? Aaaaamigo, esa es la cuestión. Habrá problemas y se tomarán decisiones para intentar encauzar el tema. Teniendo en cuenta que el Hombre Lija triunfará si deja de lijar no es difícil adivinar por dónde van los tiros. Y hablando de tiros, esta semana vamos a comprar munición de fogueo para nuestras pipas detonadoras y sangre sintética. En resumidas cuentas, que tenemos en mente montar otra masacre en breve al más puro estilo 'Sin Perdón'. Es que ya se sabe que Becari@s sin tiros no es Becari@s. De momento, os dejamos con un capítulo con un enfoque supra original... Mierda, que el enfoque es una copia, por lo tanto no es original... en fin qué desastre.