Amador: "El chino es un tío noble. Siempre está tumbado"

telecinco.es 18/04/2014 09:41

Amador está sorprendiendo por su capacidad de iniciativa e inventiva. Diría que en un par de días ha hecho más cosas que otros desde hace un mes. Se ha fabricado un tubo para guardar el cebo de la pesca y una caña con mecanismo para el sedal. Y si tiene un poco de ayuda les terminará construyendo una cabaña con porche y todo. Vamos, que Amador está hecho todo un Calatrava. Y mucho más barato. ¡Dónde va a parar!

No se le da tan bien la cosa de expresarse ante la cámara. De Leo dice que es “muy adelantada”, cuando más bien quiere decir que se adelanta a lo que los demás van a decir y cuando hace una pregunta casi se responde ella misma. Por su parte, califica a Yong de noble, y añade que “siempre está tumbado”.

No seré yo quien niegue ninguna de las dos afirmaciones, especialmente la segunda por ser toda una evidencia. Pero claro, dos conceptos que valen por separado, unidos provocan cierta sensación de incomodidad. No vaya a pensar alguien que es noble por estar siempre tumbado, o que esa es su posición natural por ser tan noble. A la nobleza por la pereza es un objetivo extraño.

El caso es que el chino no ha dudado en descubrir sus cartas, por lo cual hemos podido ver todos que hay trampa en su jugada. Pretende ser el Claudio de los Cayos Cochinos, haciéndose el tonto mientras los demás van desapareciendo poco a poco de su vista. Como el maravilloso personaje de Robert Graves, Yong observa y calla, quedando en segundo plano casi siempre. A aquel le salió bien y fue viendo desfilar emperadores, a ver lo que pasa con este concursante.

Llama la atención que Yong diga sin pudor que intenta trabajar lo menos posible y comer más que nadie. “Lo bueno de ser tantas personas es que se nota menos si cojo más comida que los demás”, dice tan tranquilo. “De vez en cuando pregunto si puedo ayudar en algo y muevo un par de troncos para que crean que hago algo”, sigue afirmando Yong. No sé si tanta sinceridad le va a ayudar o en realidad está cavando su propia fosa.

El comportamiento que confiesa tiene todas las trazas de ser mal visto por la audiencia, pero a favor tiene que esté descubriendo su estrategia haciendo cómplice al espectador. Se le puede acusar de todo menos de no ser sincero, y he de confesar que me hace mucha gracia que muestre ese lado canalla con tanto descaro. Lo cierto es que Yong no es así desde el principio.

El Yong de ahora es fruto de lo que ha pasado en estas semanas. Se trata de un concursante desactivado. Ahora calla ante todo y espera ver desfilar delante de sus ojos el cadáver de su enemigo, como una versión actualizada y oriental de Emiliano Zapata. Pero al principio del concurso, antes de su comienzo incluso, era el que más piaba. ¿Quién le preguntó a Katia si pensaba que tenía ventaja al incorporarse más tarde a la concentración en el hotel previa al comienzo del programa? Yong. Lo pensaban todos, pero solamente él se atrevió a verbalizarlo. Así siguió durante los primeros días, y la consecuencia fue que Katia, Nacho y Bibiana se cebaran con él.

Yong fue machacado casi siempre de forma totalmente injusta, como cuando todo el grupo le afeó una negociación muy ventajosa con los ‘bonitos’. Tanto apretaron las cuerdas a Yong que lo han terminado por desactivar. Es como si hubieran cortado el cable rojo y también el azul, por si acaso, sin temer que fuera a explotar la bomba china. Efectivamente, no explotó, pero ahora anda tumbado tramando ser como ese ‘Lazarillo de Tormes’ que hacía un agujerito al culo de la botella de vino del pobre ciego para poder beber furtivamente al mismo tiempo que él.

Otro que anda más bien desactivado es ese Rafa más duro que la vida en el palafito, según él mismo dice. El primer día ya hablaba solo. Entonces pensé que le estábamos perdiendo. Ayer sonreía tras perder el fuego y haber comprobado que apenas se puede adentrar en el manglar porque está repleto de animales (al ver que los considera tanto una amenaza cualquiera diría que hay tigres de bengala y osos tan furiosos como hambrientos). Varado en la orilla, mirando fijamente el palafito, Rafa reía brazos en jarra. Lo hemos perdido definitivamente. Me temo.

La técnica para desactivar a Rafa ha sido idéntica de la utilizada con Yong. En este caso, vistos los resultados, parece que hubieran cruzado los cables rojo y azul, en lugar de cortarlos. Un cruce de cables peligroso, aunque estoy convencido de que lograremos recuperar a este concursante. Si es así, puede haberse transformado en un arma mortal. Esta semana en el palafito le puede estar proporcionando una coraza a prueba de provocaciones, desprecios e impertinencias.

Carolina, que está llevando un juego semejante al de Yong aunque de forma algo más discreta, fue la única capaz de entender a Rafa. Ahora comparte su visión con Chiqui, tal vez pretendiendo una alianza entre grandes hermanas. No puedo negar que esa alianza me pone mogollón, no hace falta decir por qué.

Carolina ha sido testigo desde una privilegiada primera fila de la operación de desactivación de Yong y Rafa. Por eso se unió al ahora solitario habitante del palafito, y no hace falta más que observar la forma de situarse los concursantes a la hora de las conexiones en directo para darse cuenta del apoyo que sigue dando a Yong y empieza a perfilar a Chiqui (y, por extensión, Vivi). Además, cada vez se la ve más cercana a Rebeca. Atentos a estos juegos de alianzas porque esta podría coger fuerza.

Los análisis de Carolina son poco introspectivos. A ella le divierte más despellejar a los demás, casi siempre mostrando un aplastante sentido común. La prefiero así que poniendo cara de asco mientras observa a algunos compañeros, o hablando de ellos entre dientes. Se nota demasiado que aprovecha la cercanía de una cámara para ir soltando tósigo con poco disimulo. En la tira diaria de este jueves la vimos analizando a Leo, lo cual también hizo Amador. Fue interesante ver el contraste entre estas opiniones y lo que afirmaba la propia Leo. Era como si la ‘póker star’ hubiera escuchado lo dicho por ellos y, de algún modo, les estuviera contestando.

Acusa Carolina a Leo de estratega. ¡Menuda novedad! Dice que ella sabe mucho de realities, lo cual no dudo, pero cae en el eterno error de criticar algo que todos hacen, de forma obligada casi. Quienes evitan plantear esto como un juego puede ser porque no se lo están tomando suficientemente en serio. La “señorita póker face”, como dice Carolina, rechaza la acusación con la boca pequeña, porque sabe que le resultaría imposible hacer de todo una lectura en clave de estrategia en el juego, como buena jugadora de póker que es.

“Cada cosa que digo no es por estrategia”, dice Leo. ¡Faltaría más! Eso sería tan imposible como estéril. Ahora bien, no dudo de que sus movimientos importantes responden a una estrategia, igual que los de la mayoría. En su caso con el incentivo de poder aplicar el conocimiento de las estrategias en otro juego a este, lo cual no siempre le puede suponer una ayuda.

Visto parte de lo que dejó dicho antes de marcharse, creo que lo tiene bien estudiado. Por ejemplo, acierta al aplicar de su conocimiento en el póker que en un principio es mejor estar en un segundo plano, porque los jugadores que arrasan el primer día de campeonato no suelen llegar a nada importante. En otras cosas se equivoca, como cuando interpretó erróneamente que Rafa era un cadáver como concursante. Todavía está por ver su reacción cuando vuelvan a encontrarse, si no lo perdemos del todo antes.

En cualquier caso, me parece interesante la experiencia de la jugadora de póker en el reality, con sus lógicos aciertos y errores, bastante previsibles en algunos casos. Lo incomprensible es que Carolina vea mal que la estrategia de Leo sea evitar salir nominada. Parece algo evidente en la estrategia de cualquier concursante. No vale hacerlo a cualquier precio, pero es un paso necesario.

El juego planteado en un reality tiene algunas peculiaridades muy interesantes. Digo siempre que esto es como una partida de dados (podría ser de póker igualmente) en la que el jugador desconoce cuál es la jugada ganadora. Eso le hace tirar los dados con tanta intención y sentimiento como quien desea que salgan dos seises, pero sin saber si no será mejor sacar un dos y un tres. U otra jugada cualquiera.

Lo mejor de la fiesta de cumpleaños que le hicieron a Vivi fue ver el pedal que se pilló Chiqui con solo un tercio de cerveza. Si sale barato sacar a la murciana de copas, acho. Estoy viendo a Chiqui cada vez menos malhumorada, dejándose llevar y disfrutando esta experiencia como el que más. Eso hace que esté mejorando su imagen, después de algunos tropiezos iniciales. La más pequeña está demostrando ser la más hiperactiva, lo cual no deja de ser curioso.

Está visto que para algunos concursantes lo mejor de la fiesta de Vivi no fueron las risas de Chiqui sino poder coger las salchichas a pares. ¿Qué digo a pares? De tres en tres. Así es imposible que echen de menos las artes de la pesca demostradas por Rafa, que tanto se encargaron de negar Katia y Nacho, pero demostradas en kilos por el reto que le planteó el programa la pasada semana.

Capturaron en torno al kilo y medio los ‘bonitos’ frente a más de seis kilos de Playa Uva, la mayoría pescados por el actual habitante del palafito. Entre las lentejas del premio de este reto, la ración fija de arroz, lo pescado por Abraham y el complemento que consiguen las chicas entre las rocas, están comiendo mejor que bien. No digo nada si encima celebran con barbacoas los cumpleaños. Y Yong consiguiendo que Amador le dé parte de su brocheta a cambio de un chupito de cerveza. Eso es vida, amigos.

Preguntas desde el palafito (este, no el de Rafa)

¿Caerá Nacho en profunda depresión tras la expulsión de Tony? Tras perder a Pascual, el golpe puede ser definitivo. No digo yo que vaya a ser el expulsado de este lunes, pero… bueno sí, sí lo digo.

¿Hablará Marta Valverde con Nacho algún día? ¿O este lunes tampoco toca? Me refiero a cualquier cosa que no sea vociferar fuera de cámara.

¿El sombrero de paja de Amador va a rosca? Otra hipótesis es que lo lleve pegado con velcro a la cabeza. O algo similar, porque no se lo quita ni para echar la siesta.

¿Arrebatará el bañador-pijama de Amador al de Yong la marca de días seguidos sin ser liberado?

No hay más preguntas, señoría.