Hoy es el día

telecinco.es 27/01/2010 08:16

Llegó el día. Después de casi cinco meses tenía ganas de decir la frase ya mítica para este gato expectante ante lo que nos espera esta noche. La gran final de Gran Hermano ha llegado y aunque los tres finalistas la hayan devaluado un poco habremos de convenir que son los que nosotros hemos elegido, por tanto, lo merecen como el que más. Lo mismo opinaría fuera quien fuera el ganador, que en este caso parece bastante claro. En peores plazas hemos toreado y a peores finalistas nos hemos enfrentado. Al menos Ángel no ha sido un mueble en la casa, sino que jugó su papel con mayor o menor acierto. Peores los hubo, de eso no tengo ninguna duda.

Verles estos días con los maniquíes de todos los que fueron sus compañeros me ha dado un poco de aprensión. Dijo Eduard Thomas que: "El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce". No sé si esos muñecos les han llevado dulces aromas pero a mí me han traído recuerdos buenos y malos. Casi peor creo que habría sido para mí volver a acostarme en ese dormitorio colectivo de la 'casa 11'. Allí donde durmió Nagore junto a Melanie, al lado de la cama donde Toscano metía mano a Tatiana, a espaldas del armario que Indhira vació tirando la ropa de Arturo al suelo. Si encima están las representaciones de todos ellos en forma corporea y a tamaño king size debe dar más 'yuyu' todavía. Eso sí, reconozco que me he reído un rato viendo caer los pobres muñecos. La costalada de Indhira el otro día, cayendo a plomo hacia su derecha, fue antológica.

Lástima que en ese ejercicio de recordar el pasado algunos hayan sido algo más honestos que otros. Ángel aprovechó todo lo que pudo para lanzar puyas sin fin, especialmente a Laura y a Hans. Él sabrá lo que hace, esta misma noche se encontrará con ellos y se ha estado jugando que le amarguen un poquito la noche. Aunque la fiesta (como llamo siempre a las galas que nos trae Milá) de esta noche nada ni nadie podrá aguarla. Han sido casi cinco meses que personalmente me parecen aún más. Es una mezcla extraña e inexplicable, porque por un lado tengo la sensación de que se ha pasado muy rápido pero por el otro me parece que ha sido más tiempo. Es como si hubiera visto crecer a este grupo de gente que nos dieron a conocer el pasado seis de septiembre. Algunos han cambiado más que otros, como el caso de Gerardo, a quien veíamos en la entrevista del pasado jueves delgado, con el pelo corto y canoso, pero cuando entró en la casa estaba entradito en carnes, iba teñido y tenía el pelo largo e indomable.

Lo que no ha cambiado es la perilla de Ángel, a lo Jack Sparrow. Pilarita cambió pero no en el aspecto físico, tal como expliqué ayer. Y Saray sigue siendo esa chica algo inocente a quien, a pesar de todo, he terminado cogiendo bastante cariño, aunque esto que quede entre nosotros. Les vamos a echar de menos, ¿verdad? A pesar de todo, es triste ese vacío que queda al día siguiente, cuando uno se queda al mismo tiempo sin ventanita donde mirar la vida de otros; sin Viruete, Comas y Blanco en el minutado de esta web (también mis compañeros del fin de semana, claro está, y el imprescindible lmedina en las madrugadas, a quien dedico un saludo muy especial y todo mi reconocimiento, que es el de muchos); sin tantos amigos discutiendo y peleando en los comentarios de este blog, pero también riendo y disfrutando. Es tanto lo que se pierde que ni siquiera con la necesidad que tiene este gato de tomarse un descanso se afronta este momento con gusto.

Por eso tengo hoy dividido mi pesar y mi alegría. Estoy contento por la misión cumplida. Ha sido una de las temporadas más ricas para mí. Me he sentido más seguro que nunca y me lo he pasado mejor que bien contando mi visión de la realidad cada mañana. Es la temporada que más sensación he tenido de estarlo haciendo bien, si se me permite decirlo. Entre otras cosas porque he podido comprobar divertido y asombrado como mientras para unos yo era acérrimo defensor de Laura para otros le tenía un odio africano que se notaba a la legua. Pongo este ejemplo como podía poner otros muchos que igualmente me convencieron de que no iba mal la cosa. Es, mal comparado, como esos anchorman americanos que presentan las noticias en horario de máxima audiencia y tras muchos años dando las buenas tardes al pueblo nadie sabe cuál es su ideología, y la gente discute si simpatizará más con los demócratas o los republicanos. No me estoy atreviendo a compararme a Walter Cronkite, ni mucho menos. Quiero decir que igual que esos grandes de la comunicación, con la más absoluta de las modestias me ha parecido que estaba consiguiendo muchas veces que nadie supiera mis preferencias.

Aunque esto es un blog personal y nunca he ocultado mi opinión, más bien al contrario. El tema consiste no en tapar lo que pienso sino en decirlo, precisamente. Por eso siempre he huido de la objetividad o la imparcialidad. Con mantener la decencia y hacer profilaxis diaria para evitar ser intoxicado por nadie (que intentos hay a miles) me basta. Por eso nunca he dicho una mentira, jamás en estos nueve años conté algo que no hubiera visto y contrastado, de igual manera que en ningún momento dejé de decir lo que pienso. Ese es mi bagaje, aunque también haya sido en este caso mi condena. Pero termino este trayecto con una especial satisfacción. Aquí hemos contado muchas cosas que después se demostraron sobradamente.

Me dolió el sufrimiento provocado en la familia de Hans por revelar su transexualidad aunque él sabe que lo hice porque consideré que lo trataría mejor que otros y tenía la seguridad de que antes o después saldría a la luz. He de contar el secreto de que me encontré a Hans una noche antes del comienzo de la gala en un pasillo solitario de Telecinco y quise saludarle para decirle esto mismo y ponerme a los pies de su madre, una gran señora que demostró serlo en el plató hablando con Mercedes Milá. No diré que tiene ese privilegio de haberme conocido porque no es tal, pero sí que me alegro de haber dado ese paso adelante para estrechar su mano.

En realidad me duele cualquier sufrimiento que puedan provocar mis opiniones en concursantes, familiares o amigos. Por eso en esta hora, cercana al final de la temporada, quisiera pedir disculpas a todos cuantos hayan podido sentirse mal por mi culpa. Es parte del juego, espero que lo sepan entender, y tengan en consideración que mi labor es hacer la crítica al tiempo que la suya puede haber sido sacar la cara por su defendido. Y también quiero aprovechar estas líneas para agradecer la fidelidad de muchos, tanta amabilidad que generalmente no respondo para no entorpecer los comentarios y porque me da mucho pudor. Dicen que el elogio debilita y estoy de acuerdo con esa afirmación, por lo que siempre intento protegerme de ello casi tanto como de los ataques y los insultos, que de todo hubo en todos estos meses, como siempre pasa. Me van a permitir que generalice mis agradecimientos, solamente personalizando en mis jefas y compañeros en la redacción de esta casa, con quienes es siempre un placer trabajar; y también en mi chica, la gatita de la cual hablé en alguna ocasión, cuya paciencia y comprensión es básica para llegar hasta aquí. Quisiera igualmente reconocer de forma singular el trabajo de Montse Juanilla en la elaboración de nuestra ya tradicional cartelera cinematográfica, y que de nuevo me sorprendió superándose una temporada más.

Aunque a quienes les debo todo es a tantos amigos que hacen grande este espacio. Los que han conseguido que se escriban más comentarios que nunca, quienes nos han hecho pasar de los 7'5 millones de páginas vistas este mes, lo cual es mucho teniendo en cuenta que el mes pasado nos quedamos en 6'3 millones y el mejor mes del pasado año, enero igualmente, no pasamos de los 4 millones, con lo cual este año hemos duplicado resultados. No es algo que haya conseguido este gato sino vosotros, con vuestras visitas y el tiempo empleado en hacernos llegar vuestros imprescindibles comentarios. Sin vosotros todo esto carecería de sentido y sería sencillamente imposible. Ni el más amargo de los sinsabores podrá con la satisfacción enorme que me habéis dado. Así mismo, quisiera mandar un cariñoso saludo a Mercedes Milá, con quien fueron muy injustos tantos comentarios en este y otros espacios. Ella es el alma mater de Gran Hermano y eso no hay quien lo ponga en duda sin que este gato saque las uñas al instante.

Pido disculpas por aprovechar hoy para decir estas cosas, que en tanto tiempo voy guardando y evito ocupar un espacio reservado para hablar de lo que ocurre en la casa de Guadalix de la Sierra, esa que esta misma noche cerrará sus puertas. Estoy deseando ver esa colección de vídeos fantásticos que seguro nos tienen reservados para la gala de esta noche y el debate de mañana. Ha sido tan intensa la temporada que me apetece mucho hacer ese nostálgico ejercicio de refrescar mi memoria volviendo a ver las imágenes. Por otro lado, espero ver una gran entrevista a Ángel. Preferiría ver en plató al Ángel del confesionario antes que ese otro de la buena cara y las mejores maneras para sus compañeros en la casa. El primero me parece más sincero y no creo que le cueste nada ser así. Estoy convencido de que si es preciso Milá le pondrá una banderilla de fuego para espolear debidamente al concursante presuntamente ganador de Gran Hermano once.

Disfrutad la fiesta de esta noche como si fuera la última de la temporada. Y es que es la última de la temporada. Como poco las dos ferrolanas, madre e hija, se llevarán esta noche 100 mil euros. Para el ganador irán los prometidos 350 mil, de los cuales Ángel tiene prometidos unos 50 mil en labores benéficas. Pero con lo importante que es para todos el dinero, estoy seguro de que la sensación de salir el último de esa casa es una recompensa absolutamente impagable. Espero y confío en que veamos una final sin tirolinas ni similares pero sí con mucho sentimiento. Esta noche veremos juntos una vez más nuestro programa, y mañana estaremos aquí para comentarlo. Feliz gala y suerte a quienes la hacen posible.

[Si alguien quiere dejarme cualquier pregunta lo puede hacer en esta página, donde intentaré responder a todo durante los días que siga habiendo preguntas. El lunes día 1 de febrero, a las 12.30, Arturo se enfrenta a un nuevo encuentro digital para el que ya puedes dejar tus preguntas. Recuerdo también que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa]