Toda la verdad sobre el encuentro de Flor y Julio

telecinco.es 01/11/2010 09:20

Debo empezar reconociendo que hoy me he puesto bastante sensacionalista titulando este escrito. Sencillamente quería llamar un poco la atención. Bien es cierto que contaré algún detalle según el cual la historia cambia un poco de como se nos ha querido vender, y no me refiero al programa sino a sus propios protagonistas. Por esta vez he de decir que tanto la realización del directo este fin de semana como los vídeos vistos anoche en el debate me han parecido de gran corrección, pero algún listillo encerrado en Guadalix ha querido hacer ver lo que no era. Sus nombres están ya escritos: Julio y Flor.

Antes de entrar en ese tema me detendré en algunas de las muchas otras cosas sucedidas. La que parecía una 'casa de la pradera' ('Aldea del Arce', diría Melania) se empieza a resquebrajar. La casa blanca inmaculada empieza a tener su mácula y la de color está a un paso de estallar, o esa es al menos mi impresión. Eso sí, el Gran Hermano de las conversaciones y las charlas ya ha comenzado, entre otras cosas gracias a los bucles interminables en los que se encallan Eduardo y Laura. Sea como fuere, agradezco que se hayan soltado a hablar y no paren. Cierto que cuando el tema de conversación es el cine salen a relucir todo tipo de productos de 'serie B', en lugar de películas del agrado de casi todos, como pasaba con Pepe Herrero. Estos chicos se creen que lo llevan todo aprendido pero no es así.

Aún así, mejor están hablando que haciendo gimnasia. Mis respetos a todo aquel que le da importancia suprema al ejercicio físico, pero no hay cosa menos televisiva que ver a unos tíos musculados (o a Chari-choni, que se apunta en seguida a las sesiones de 'minigym') haciendo abdominales, o lo que fuera. Entre otras cosas por lo desagradable que es escuchar sus gemidos y otros sonidos más propios de la sección de adultos que obligadamente he abierto esta temporada y hoy tendrá una nueva entrega.

Poco a poco vamos descubriendo en los concursantes aspectos que ignorábamos y personalidades ocultas a la primera vista. Edu es extremadamente observador, lo cual puede tener relación con su incapacidad auditiva. Él mismo lo dice y aunque se resiste a trazar un perfil a todos sus compañeros cuando se ha atrevido a esbozarlo de alguno me ha parecido interesantísimo. Me encantaría ver más 'confes' del concursante 'nerd' elegido a través de las redes sociales, sometiéndole a un interrogatorio en tercer grado sobre lo que opina del resto de concursantes. Por su parte, Anup lee las líneas de la mano, lo cual encaja perfectamente con esa faceta mística que explota tan poco. Hace unos días un lector me avisaba de que en un programa documental emitido recientemente en otro canal había visto un supuesto oficio religioso en el que Anup era ordenado como sacerdote de su religión, o algo semejante. Puede que esté equivocado y no se trate de la misma persona, pero tampoco sería nada extraño.

De momento, Anup le ha dicho a Patricia que se casará y tendrá dos hijos, y a Laura que hay más de un hombre en su vida, siendo la relación con uno de ellos intermitente como el Guadiana. Todo esto leyendo las manos a las interesadas, aunque en el primer caso creo que le dijo lo que ella quería escuchar y en el segundo le estaba echando un cable a Marcelo, al cual veo cada día haciéndole más ojitos a la de Parla. Por cierto, Laura ya ha contado en la casa que fue finalista en el casting de Las joyas de la corona, como muchos temíamos. Un día hacemos el recuento de cuantos concursantes eran conocidos por la productora, ya fuera por haberse presentado como candidatos para otros programas o incluso por haber concursado o trabajado previamente en ellos.

Rubén sigue comiéndose sus celos desorbitando su amor por Chari, con la que ahora no solamente se quiere casar, como ya había adelantado días atrás, sino que también quiere tener hijos. ¡Cáspita! sí que está afectado el pobre. Lydia y Patricia se hacen inseparables amigas, aunque más les vale darse prisa porque es una amistad con fecha de caducidad, concretamente este jueves en el momento que esta última salga por la puerta de la casa camino de Fuencarral. Quien probablemente va a sentir más de lo esperado la ausencia de Patricia es Dámaso. 'El coplas' insiste en que si quisiera tendría algo con Patricia, lo cual es doblemente presuntuoso. Sin esta compañera dejará de haber quien le quiera, a no ser que siga inventando y busque para ello otra víctima. Si se le ocurre hacer lo mismo con 'el malaguita' esto puede terminar como el rosario de la aurora.

En las dos casas hay habitantes que encienden la mecha y luego se retiran apresurados no vaya a explotar en su cara el petardo. Joaquín es de esos, según he podido ver este fin de semana. Sus quejas por la comida están débilmente justificadas, pero es que además una vez se han enzarzado otros en la discusión él ha optado por callarse y recular un poco. ¿Las víctimas de su actitud? Pues Mireia, Terry y otros menos astutos, que cayeron en la trampa del dueño de la "mina de oro". Según este concursante, "para correr hay que comer", en lo cual nadie le podrá quitar la razón. Ahora bien, lo estropea añadiendo: "Comeré lo que quiera, cuando quiera. Y no quiero que me diga nadie nada". Eso sí, utiliza el viejo truco de hacer ver que está defendiendo a un tercero, en este caso Flor. La argentina es generosa en la comida y, al contrario que Joaquín, no se queja nunca por nada.

En la otra casa, Julia es un caso parecido al de Joaquín. Ella más bien hace explotar el petardo directamente, vanagloriándose luego de no haber utilizado un misil de mayor potencia. El otro día, después de haber provocado la discusión entre algunos compañeros, decía Julia: "¡Que tampoco os he llamado comemierdas ni nada de eso!". ¡Faltaría más! Al final tendrán que darle las gracias por no ser más borde. Lo que le sucede a esta concursante es muy sencillo: odia a Patricia. No la puede ver ni en pintura, por lo cual hasta extiende su rechazo a todo aquel que la defienda o intente protegerla, como es el caso de Anup.

Como apuntaba antes, los reyes de las conversaciones interminables son Eduardo y Laura, contando con apoyos importantes en Anup y Patricia. Estos cuatro entraron en uno de los bucles más preocupantes de los vistos en esa casa hasta el momento (lo cual es fuerte después del paso de mi querido Iván Madrazo por la misma). Julia había provocado todo, una vez más, pero nada justifica que le insistieran a Patricia medio millón de veces (eso sin exagerar) la misma idea sin que fuera capaz de hacerla llegar hasta su cerebro. No era nada complicado, solo se trataba de algo como esto: no entres en provocaciones y no te metas en discusiones de terceros.

El domingo el bucle estaba protagonizado por dos de los cuatro anteriores y hubo un nexo de unión claro entre ambos. Eduardo y Laura se enzarzaron en una discusión que traerá consecuencias en las próximas horas o días. Como había pasado dos días antes, Laura repitió unas dos docenas de veces expresiones del tipo "esto es lo último que digo del tema". Pero esto no era así, y ella misma retomaba el dichoso tema una y otra vez. En este caso merece la pena recordar la discusión pues aún no está cerrada, dado que por la tarde ella insistía en explicar algo que supuestamente Edu no había entendido, pero este consideró oportuno aplazarlo para hoy.

Eduardo afirmó con cierta alegría (y sin decir nombres) que en la casa algunos estaban diciendo que la prueba se podía perder por culpa de las caperucitas (los habitantes se dividen en leñadores, licántropos y caperucitas rojas). Dado que Laura pertenece a este último grupo se mosquea por la afirmación de su compañero y mientras este hace el circuito en el jardín y ella cuenta las vueltas con piedras (en realidad le tiene que ayudar Anup porque ella está más a otra cosa) no paran de darle vueltas al asunto. Al final, Edu se retracta y afirma que igual se ha equivocado al escucharlo y prefiere preguntar antes para asegurarse.

Le ha vencido el miedo ante la amenaza de que Laura se queje a sus compañeros por esto y se termine sabiendo que ha sido él quien lo contó. Por mucho que le pidió que no dijese nada ella no dio su brazo a torcer. En principio, la preocupación de Edu era para no crear polémica y malestar en la casa, pero al final se descubrió que no era así. Acorralado por la vociferante y cansina Laura, confesó su verdadera preocupación: si se enteraban de que andaba contando cosas como esa le nominarían todos. El miedo a ser nominado le acecha. Por la tarde, Laura fue directa y dura al decirle en su cara: "Esto lo utilizaré como razón para nominarte el jueves". En otro momento subió el tono: "Me toca la polla que diga cosas que son mentiras… es la puta verdad. Te voy a nominar y punto, que a mí no me gusta la gente que se contradice". A ver cómo lo resuelven hoy.

La diferencia entre la lectura del 'feroz' y la hecha por Flor al día siguiente de su muy comentado 'edredoning' es que aquel la acusaba de ser una estrecha mientras esta casi parecía disculparse por no apetecerle llegar a más. Es entendible el reparo de la argentina teniendo en cuenta que, quitando tocamientos previos en la 'sala negra', se habían conocido apenas cuatro horas antes. Tan escaso tiempo no fue freno para que compartieran cama y juegos bajo el edredón. A partir de aquí, el resto del relato debe formar parte de un epígrafe creado para la ocasión.

Clasificado X

Entrando en detalles mayores sabemos que la cosa no pasó de tocamientos varios. Propongo que pensemos en categorías distintas de 'edredoning', porque este que nos ocupa no es comparable a otros memorables momentos recordados por todos. En la cama de Julio hubo, si acaso, sexo digital (o sea, con los dedos). Sabemos con bastante certeza que sexo oral no hubo. Hablar de sexo es posible que lo hicieran, entre otras cosas porque Julio parece en ese aspecto tipo parchís, de los que se comen una y cuentan veinte. Pero no me refiero a eso sino a lo expresado con corrección académica por Flor, al hablar de felación.

Curiosa (por decir algo) me pareció la reacción de Terry cuando Flor mencionaba, para negarlo, la posibilidad de haber llegado a tanto. La canaria prefiere "tirármelo a hacer eso", o sea, la estimulación bucal, según definición del DRAE. Lo más llamativo es el tono usado por Terry, aparentemente más terrorífico que si estuviera viendo 'Saw'. Está claro que a Flor no le gusta el 'feroz', cosa bien distinta a lo que sucedía con Óscar. Es más, no le gustan las bromas procaces de él, aunque sea la primera en serlo. Cuando Julio bromea con que a ella le hace falta leche, me pareció ver en la argentina un gesto de desagrado, por no decir de asco.

La prueba

Si contaba antes cómo Eduardo había contado algo dicho supuestamente por algunos compañeros, en la otra casa fue Terry quien se chivó. Según dijo a algunos de sus compañeros, Catha estaba haciendo la prueba sola en el jardín, mientras los demás cenaban. Jhota, Flor y Chari se quedaron contrariados temiendo que eso les hiciera perder la prueba, aunque no tengo claro que contradiga las normas de la misma. Son unas normas farragosas que no he entendido bien hasta la tercera o cuarta lectura. Mañana espero tener más espacio para detenerme en este asunto, pero no quiero dejar pasar más tiempo para expresar una duda, a ver si nuestros queridos lectores comentaristas me la pueden aclarar. En el enunciado de la prueba se dice lo siguiente:

Con lo de mágicas se refieren a seis horas en el día en que conviven humanos y hombres lobo, dado que el resto del tiempo no pueden estar juntos. Pues bien, la cuestión es bien sencilla. Si las magdalenas son solo para humanos ¿no es cierto que las han comido todos? O me he perdido alguna contraorden del súper o esto ya es motivo para perder la prueba. Por otro lado, leñadores y lobos deben hacer un circuito transportando leña en el jardín. Sé que es imposible, pero dado que las reglas dicen esto:

Bastaría con que en ambas casas aplicasen la ley del mínimo esfuerzo para que decidieran compartir en lugar de competir haciendo ambos solamente dos vueltas por persona, es decir, el mínimo imprescindible. De este modo no ganaría la prueba ninguna de las casas y deberían arbitrar algún procedimiento para decidir quién hace la compra, pero obtendrían el indiscutible beneficio de no desgastar fuerzas y dejar de machacar piernas o riñones.

Por ciertos

Seré breve, como dicen los conferenciantes coñazo. No os perdáis a Jhota vestido de 'caperucito'. In-con-men-su-ra-ble. Y solo una cosa más, Anup tiene una curiosa parafilia con el agua. Dice el 'indio loco': "La lluvia me gusta porque me recuerda a cuando hago el amor, calentito en casa con ella". Sin palabras.

Se me olvidaba, las bromas de Halloween en el debate fueron muy divertidas. Y los porcentajes ciegos revelados anoche andaban así: 51'5, 22'3, 15'4 y 11'2 por ciento. Gran coincidencia con nuestra encuesta.

Dejo una muestra del álbum personal de fotos de la venezolana Catha. He escogido las fotos de bikini porque viene el frío y es agradable recordar el veranito. ¿Cuela?