24 de noviembre (8.00-15.00)

telecinco.es 24/11/2010 08:02

Tomás Blanco.

8.00 h: Buenos días niños y niñas, queridos todos.

Los muchachos dormidos en las dos casas.

9.00 h: Las nueve y sereno.

9.33 h: Soy un perro de Pavlov. En cuanto dan las nueve y media, mi cerebro, o lo que queda de él, y a pesar de mis airadas protestas, se lanza a cantar el reguetón alarmante: "la mano arriba, cintura sola...".

Así que me endemonio y ya no me hablo a mí mismo hasta nueva orden.

Por lo demás, todos dormidos.

9.39 h: Suena música en la casa colorín. No es el reguetón alarmante pero por ahí le anda.

Rubén y Pepa se levantan.

Parece que mi cerebro ha dejado de cantar. Seguiremos informando.

10.00 h: Rosario y Patricia durmiendo en la habitación rosa. Rubén vistiéndose en silencio.

10.20 h: Muy poca actividad todavía. Los concursantes despiertos guardan silencio y se afanan en sus tareas mañaneras.

El Super anuncia los habituales cambios de pilas. La prueba comenzará en breve, dice.

10.40 h: Unos simpáticos silbidos de pastor dan inicio a la prueba. Están todos asobinaos perdidos, en las dos casas. No sé qué habrá pasado en la fiesta de anoche, pero la casa es un desmadre de confeti, globos y matasuegras. Parece un plató después de un programa de José Luis Moreno:

Y ese Jota, mirando las ruinas de la fiesta, la alegría pasada. La nostalgia. La revelamos en sepia y la enviamos a un concurso.

Están destrozados, dicen mientras van al confesionario a leer la prueba (es que ahora tienen que leer la prueba todos los días antes de empezar). Incluso se diría que Lydia tiene resaca porque se toma medicamento. Y se lo toma siguiendo las delicadas costumbres del país feliz, de la casa de gominola de la calle de la pirueta: tapándose la nariz antes de ingerir la pócima:

11.00 h: De una casa a otra.

Parece que nos asentamos en la casa blanca. Marcelo, Lydia y Jota están ya jugando a la peonza. No entiendo bien de quién hablan, pero es alguien que, según Marcelo, ha dicho: "no puedo salir a jugar a la peonza". Ese alguien "está mal" y "la gente haciendo como que no escuchaba".

Dejan el tema y hablan de la compra semanal.

11.15 h: Lydia, poco a poco, preguntando sobre las costumbres que tenían en la otra casa al hacer la compra semanal, va llevando el tema dónde ella quiere:

-¿Y los caprichos son siempre de alimentación?

Sí, dice Jotha poniendo ejemplos: nocilla, cereales, manzanas, te:

-Que tú quieres tus manzanas y tu te, pues te lo pides de capricho.

Entonces Lydia dice:

-¿Y todavía no habéis comprado crema hidratante?

Jotha, que acaba de decir que los caprichos son todos de alimentación, claramente aturdido por la pregunta, dice:

-Eso es un capricho.

Será que hay crema hidratante comestible, que sé yo. Pero es igual porque todo queda eclipsado por la siguiente frase de Lydia:

-¿La crema hidratante (un capricho)? La piel se muere...

5 minipuntos.

Marcelo, Jotha y yo no sabemos que decir. Sigue Lydia:

-Es que habíamos dicho de comprar crema hidratante y.

Pero nada, que cuesta muy caro y no se puede comprar, y Lydia frunce un poco el ceño y aprieta los labios con un pequeño gemido de queja, y otra vez te entran ganas de adoptar una.

11.30 h: Gente hablando de la prueba, Joaquín dando instrucciones a Anup sobre cómo tirar la peonza y bla bla bla... vamos al tema: Laura y Marcelo juntos en la cocina. Muy buen rollo, hablan tranquilamente.

Laura se imagina que alguien está hablando de ella y suelta una de esas construcciones en las que se la ve perfectamente:

-Como me están poniendo, chaval. Tengo las orejas que me pitan tol rato.

Esta es la parte brotada de su mente, que normalmente afirma una tesis para, acto seguido, sostener la contraria:

-Pero es por la fiesta de anoche -dice Lady L., dando a entender que le pitan las orejas por la resaca.

Así, cuando se le pasa el brote, descubre que lo correcto está en algún lugar entre las dos tesis y se disculpa. En este caso, se ríe.

Marcelo, por supuesto, no ha entendido nada:

-A veces no entiendo nada de lo que dices.

Lady L. tampoco entiende lo que Marcelo no entiende, y piensa que Marcelo se refiere a su acento aristocrático y contraataca, siempre de buen humor, con el acento andaluz:

-Yo tampoco te entiendo a ti a veces. Ni al Rúben.

Corte al jardín.

11.45 h: Joaquín le explica a Anup los fundamentos técnicos rudimentarios para lanzar la peonza y sobre la fuerza centrífuga, entonces aparece Cata y anuncia que está: "de bajón".

¿Por qué? Por el (enésimo) brote de Jota en la fiesta de anoche. Cata, Anup, Dámaso y Joaquín (llevando la voz cantante) coinciden en que el brote fue completamente injustificado y que lo único que pasa es que Jotha es un egoísta. Por ejemplo, Jotha amenazó con no cocinar más.

-Pues no cocines -le dice Catha airada a un Jota imaginario.

-En la otra casa -explica Joaquín- la persona que cocinaba tuvo que dejar de cocinar por los enfados que se pegaba con ella.

El rincon del lector: elsita2006 pregunta: ¿De qué va disfrazada Pepa? Yo no tengo ni idea, pero creo que podríamos inaugurar la nueva sección: ¿De qué va disfrazada Pepa hoy?

12.00 h: Rubén, Marta y Pepa jugando a la peonza. Charla al respecto. Pepa aprovecha para cerner un poquitín:

-Digo yo, a nosotros nos sale bien ¿no deberían entrenar los que no les sale?

Repite la idea un par de veces.

12.15 h: A pesar de Pepa, las cosas están tranquilas en la casa colorín. Pero la fiesta ha dejado los nervios sensibles en la casa blanca. La rutina de la prueba les mantiene activos e interrumpe las conversaciones, pero, en cuanto tienen un par de minutos y se sienten en privado, se arrejuntan en grupos y rajan del enemigo. Da la sensación de que en cualquier momento va a estallar una bronca. De momento, todo son amagos. En esta ocasión por la comida.

12.25 h: Lydia les saca una foto a Jotha y Lady L. en el jardín. Jotha hace dos cosas que me ponen muy nervioso. La primera, antes de la foto, utiliza la siguiente expresión que nunca he entendido: "que se vea lo que es la casa", expresión a la que se puede dar más énfasis añadiendo la palabra "misma", así: que se vea lo que es la misma casa.

La segunda, posa de esta manera:

Si hay algún sociólogo y/o rapero entre los lectores, agradecería una explicación del sentido o significado del gesto (éste en concreto, y las muecas raperiles en general).

12.40 h: Discusión de novios de manual.

No he visto el inicio de la conversación, pero me juego doble contra sencillo que ha sido algo así:

-¿Qué te pasa Chari, cariño?

Respuesta invariable de toda mujer en este caso:

-Nada.

El proceso se repite ene. En esta ocasión, lo ocurrido fue que anoche quedaron en bañarse en el yacusi. Se cambiaron, pero tuvieron una discusión absurda (no sé por qué). Rubén se enfurruño y se le quitaron las ganas de bañarse. Rosario se lo tomó a mal. Se conoce que entonces empezó el bucle: ¿Qué-te-pasa?-Nada, y así ha debido de continuar hasta ahora mismo. Rosario reconoce que le sentó mal y continúa la conversación. En resumen:

A la Rosario le sentó mal que a Rubén le sentase mal la discusión del yacusi, porque no era para tanto. Quiere que le den la razón y luego le pasen la mano por el lomo, por ese orden.

A Rubén le molesta que a la Rosario le sentase mal que a él le sentase mal la discusión del yacusi. Rubén quiere que le pasen la mano por el lomo ("que me digas: no pasa nada Rubén, cariño, te estás enfadando por una bobería") y que le den la razón en lo relativo a pasar la mano por el lomo antes que enfadarse.

Pero como discutir para tener razón es como follar para contarlo, pasan cosas como esta:

-Nunca estás cuando te necesito -dice la Rosario.

-¿Por ejemplo? -dice Rubén.

Rosario no encuentra un ejemplo, así que dice cosas al azar hasta que topa con esto:

-Todo el día chuparle el culo a Yago.

Rubén se levanta.

Chari tira de un clásico:

-Te vas, ¿no?

-Ya he escuchado demasiadas tonterías -dice Rubén, a lo Humphrey Bogart pero sin meterse en el papel.

La Chari no se ha quedado tranquila y sigue con el clásico:

-Siempre haces lo mismo.

Rubén no contesta.

La Chari insiste:

-Podríamos terminar un día una conversación ¿eh? -dice, como si no se hubiese pasado un par de pueblos.

Rubén sigue callado, pero no tiene madera para aguantar, porque Humphreys quedamos pocos, la verdad sea dicha.

-¿Rubén?

Y Rubén, efectivamente, cae en la trampa:

-Sí: cuando te comportes como una mujer madura.

-Ya soy una mujer madura. Sigue.

Y Rubén sigue. Y podría parecer que Rubén avanza con la discusión, pero en realidad han vuelto a empezar desde del principio.

12.55 h: Vuelta a la normalidad. Dámaso, Lydia, Joaquín y Lady L. cantando y jugando a la peonza.

13.05 h: Minutos musicales.

13.10 h: Jota sentado solo en el sofá de la casa blanca con una falsa dentadura de vampiro.

A veces me parece que estoy viendo una película de Buñuel.

13.20 h: A diferencia de Terry y Lady L. que entran con frecuencia en brote, aunque antes o después terminan reconociendo que se les fue un poco la perola, Jotha pertenece a ese otro género de brotistas que, a sabiendas de que entraron en brote, no se bajan de la burra ni con aceite hirviendo.

Es más, diría que va a brotar de nuevo a poco que Dámaso le tire un poco más de la lengua. Porque, igual que con el tema Marcelo-Laura., Dámaso demuestra que le gusta enredar más que comer con las manos y aparece para sacar el tema y dar consejos ("vete a hablar con Joaquín") sin que nadie se lo pida.

Por contexto, el tema de la discusión de anoche: las patatas. A Jotha no le gustan los garbanzos, así que pide más patatas a cambio de su parte de garbanzos.

13.25 h: Confirmativo: Jotha en brote.

13.35 h: Del delirio de Jotha no hay mucho que contar: es el mismo de siempre, aunque no he terminado de perder los papeles. Más interesante es lo de Dámaso, que cuando encuentra un hueco suelta:

-Peor es lo mío, que no tengo dos nombres para mañana -pausa intelectual-. No -pausa-. No los tengo -otra pausa-. No tengo dos nombres.

Nos enseña el plumero:

-Voy a tener que tirar vasos contra el suelo, para que habléis mal de mí y así tener alguien a quien nominar.

¿Qué dice de sí mismo?

Efectivamente.

Jotha contesta:

-Pues si en un mes no tienes nada por lo que enfadarte es que a lo mejor eres de cartón-piedra.

De paso, Dámaso encuentra justificación para su comportamiento de correveidile

-Por eso lo he hablado contigo y con ellos, porque yo no vi el tema de la patata. Después de hablarlo estoy peor. No lo vi y ahora no puedo opinar.

Mientras transcribo esta conversación, el brote de Jotha sigue su curso normal, ha superado la parte de las-cosas-a-la-cara, ha cumplido con la parte de la Zarza Ardiendo, y ya va por la parte de: "me siento solo en la casa" ('Me siento solo en la casa. Me siento solo. Solo.', dicho sea por los viejos tiempos, por Julito, el de casa el de siempre)

13.45 h: Minutos musicales en el jardín. Voy a aprovechar para poner las negritas, que luego me eternizo.

¿Me eternizo?

Por Dios vivo, qué cursilada.

13.50 h: El Super: "Coged el sobre y salid al jardín". La prueba.

Miedo.

Anup, tranquiliza: "Positivismo, chicos, positivismo", dice, porque se conoce que cree que el único conocimiento verdadero es el científico, siempre que dicho conocimiento se derive de la afirmación positiva de las teorías obtenidas mediante la aplicación del método científico.

Lo que no sé muy bien es qué tendrá que ver el positivismo con jugar a rayuela.

Cata lee las normas.

1 minuto la peonza girando en 5 intentos.

1 minuto con el diábolo incluyendo lanzamiento y recepción...

Cosas así.

14.05 h: Empieza Lady. L con la rayuela. A toda leche, la tía. Marcelo animando el que más. Pisa cuando va por el 6, pero lo clava en menos de dos minutos y medio.

Ahí es nada.

Mientras tanto, Joaquín le grita al Super que está "todo agarrotao" y que por lo tanto no va a poder "ni saltar a la comba ni al potro humano".

Tanta pesa y tanta tontuna.

Turno para Anup con el diábolo: 1 minuto girando, lanzamiento y recepción incluida.

Empieza bien. Lanza...

Lo coge.

Se le cae.

En los tres siguientes intentos falla al recoger el diábolo en el aire.

Último intento.

Sus compañeros le dicen: "venga Anup", y "vamos Anup", pero luego dicen: "no le digais nada" o "dejadle tranquilo", pero después otra vez: "vamos Anup".

Y así sucesivamente.

Anup se pone nervioso: "no me digáis nada, chicos, que me pongo nervioso".

Lo lanza...

Lo coge.

Queda lo más fácil.

Ohhhh

Le puede la presión, amigos: el Tigre Africano no lo ha conseguido.

14.13 h: Toca la peonza. 1 minuto girando, 5 intentos.

Lo echan a suertes...

Lady L. otra vez, la pobre.

Lanza muy bien las cuatro primeras veces, pero la peonza no gira durante un minuto.

En el último intento los concursantes van contando mentalmente. Dicen: "Ya", y dicen: "Sesenta". Marcelo no está siendo positivista: "sí, claro, sesenta... y setenta. Setenta y cinco. Ochenta".

El caso es que ahí ronda...

No! 51 segundos dice el Súper.

14.20 h: Turno para el potro humano. Tienen que dar una vuelta todos en menos de un minuto.

Todos bastante bien, incluso Dámaso. Lady L. y Marcelo rapidísimos. Lady L. anima que da gusto verla, aunque también un poco de miedo.

De Joaquín... no se sabe, no contesta.

Oh!

Lydia con problemas, amigos.

Tiene que parar y coger carrera antes de saltar, para coger aire o para arreglarse el pelo, vete a saber. El caso es que tarda mucho en dar su vuelta y forma un pequeño atasco.

Tanto remo y tanto espinin.

Terminan.

Esperamos el veredicto de Super...

...

Se han pasado 5 segundos.

Maldita sea.

14.25 h: A saltar a la comba.

Joaquín da, eso sí.

La verdad, amigos, es que no me he enterado de lo que tenían que hacer, pero parece que lo están haciendo estupendamente y cantan la canción correspondiente, y dan palmas y entran y salen de la comba sin problema aparente.

El Super está de acuerdo: juego superado.

En total:

Han pasado la rayuela y la comba.

Han fallado en el diábolo, el potro humano, y la peonza.

14.30 h: Los concursantes circunspectos en el comedor.

14.35 h: Los 5 segundos van a traer cola...

Joaquín se lamenta de la ocasión perdida, y ahora asegura que "podría haber estirao un poquito más", e incluso "poder forzar un poquito".

Cortamos a la casa colorín. Se disponen a hacer la prueba.

14.45 h: Bueno, pues parecía que íbamos a ver la prueba en la casa colorín, pero al final el realizador se ha quedado en la casa blanca mientras Laura prepara la comida.

14.55 h: Marcelo se enfada con Dámaso porque no ha recogido. Lo cierto es que Dámaso no pega un palo al agua. Ayer, por ejemplo, le prometió a Laura se su pinche de cocina, y hoy se ha escaqueado en cuanto ha podido para sentarse en el sofá y mirar trabajar a los demás.

No has barrido y te lo he dicho, protesta Marcelo. Dámaso se levanta y quiere coger la escoba, pero ahora Marcelo está enfurruñao y dice que ya barro yo:

-Pues nada, chico, entonces no me digas nada -dice Dámaso alejándose. Se queda deambulando por el salón refunfuñando entre dientes. Marcelo suelta:

-No hables por lo bajini.

-No hablo por lo bajini -grita Dámaso acercándose a Marcelo-. Estoy harto de que se me manden a mí las cosas.

-¿Qué cosas? ¿Pero si no haces nada, Coplas?

-Pues si no hago nada, me da igual.

-No se te puede decir nada.

-Pues si no se me puede decir nada, ya sabes lo que tienes que hacer mañana -dice Dámaso, y vuelve a deambular por el salón refunfuñando.

Al rato Marcelo vuelve a saltar:

-Eres un personaje...

Y entonces Dámaso nos vuelve a enseñar el plumero:

-¿Y tú qué? Te las das de listo y no me llegas ni a la suela. Y de guapo, que vas de guapo cuando el Óscar era mucho más guapo qué tú.

Ahí le tienen.

Ale, os dejo con Paul. Hasta mañana.