Ribadesella es precioso. Sobre eso no vamos a discutir. De mi última visita voy a recordar las decenas de cangrejitos negros que cubrían las rocas esa mañana de lluvia y la oficina de correos más bonita que visto nunca, buzón cabeza de león incluido. Para las fotos típicas de postal ya tenéis internet. Prefiero quedarme en estos detalles. ¡Venid a Ribadesella a descubrir los vuestros!