El desierto nos abre camino hasta el Amazonas

telecinco.es 17/06/2011 10:55

Con los nervios propios de un gran viaje afronto el reto de embarcarme en la Ruta Quetzal BBVA 2011. Un año más comienza la aventura, un año más arranca una nueva expedición que, esta vez, se traslada a Perú para explorar rincones nunca vistos.

Con el objetivo de descubrir el legado dejado por el que fuera obispo de Trujillo, Baltasar Jaime Martínez Compañón (Navarra, 1735 – Bogotá, 1797), recorreremos los enclaves más espectaculares del país, primero, por el desierto y, después, por la zona amazónica.

Junto a más de 220 jóvenes expedicionarios procedentes de 53 países, nos adentraremos en un mundo casi desconocido que seguro nos deparará sorpresas y experiencias increíbles.

Pero empecemos por el principio. Comenzaremos la aventura en Lima capital. Desde allí, pondremos rumbo hasta la costa donde aprenderemos los orígenes y evolución de la cultura Moche, desarrollada entre los siglos I y IX d.C., visitando, entre otros lugares, Huanchaco, Trujillo o Lambayeque.

En esta primera etapa, contemplaremos las edificaciones y los complejos arqueológicos más singulares e importantes de la cultura mochica. Huaca El Brujo, Huaca Cao Viejo o las tumbas reales del señor de Sipán, consideradas como uno de los descubrimientos más relevantes del siglo XX, serán algunas de las paradas obligadas.

Ya en la segunda parte del viaje daremos un salto cualitativo y nos adentraremos en la sierra norte de Perú. Allí, aprenderemos la cultura Chachapoyas, desarrollada como una “civilización perdida” entre los altos bosques del Amazonas y los profundos cañones que abren paso hasta las tierras cercanas de los ríos Marañón y Huallaga.

En los alrededores de Cocachimba, descubriremos uno de los grandes atractivos de la zona amazónica: la catarata de Gocta, considerada la cuarta más alta del mundo con sus impresionantes 771 metros de caída libre.

Además, visitaremos otros espectaculares enclaves como la ciudad de Kuélap, ubicada a más de 3.000 metros de altura y escondida detrás de una muralla de hasta 20 metros de alto, 580 de largo y 110 de lado.

El punto final de la expedición por territorio peruano se escribirá de nuevo en Lima, desde donde partiremos de regreso a casa tras haber compartido quince días de experiencias inolvidables.

Empezamos la aventura...