Clases de inglés para Wert

Tatiana López 07/02/2013 23:21

Autodefinido como el toro bravo del gobierno el ministro Wert tiene mucho que aprender no sólo de Finlandia, sino también de EEUU donde el tema de la educación es objeto constante de estudios y análisis.

Precisamente un reciente libro publicado por la escritora Christina Hoff Sommer contradice directamente las últimas declaraciones del Ministro de Educación, quien hace poco aseguró que los españoles no tienen que estudiar lo que les guste, sino lo que les dé de comer.

Según Hoff Sommer este tipo de rigidez en las escuelas es lo que ha hecho que ahora mismo los hombres ocupen los últimos puestos en las Universidades. En EEUU las mujeres comenzaron a imponerse como las primeras de la clase tras una importante reforma educativa que hizo más sedentaria la educación, y primó el buen comportamiento por encima de las notas en la enseñanza primaria. Es por esta razón por la que, aunque niños y niñas suelen dar los mismos resultados en los test de inteligencia, ellas logran llegar más lejos en el sistema educativo.

Algunas escuelas han revertido esta tendencia ajustando sus horarios para que haya más tiempo de recreo, u ofreciendo una educación más personalizada que incluya, por ejemplo, clases de mecánica o libros de fantasía, más acorde con los gustos masculinos.

Pero no sólo en su visión de una España “avocacional” está equivocado Wert . Tampoco otra de sus obsesiones, la de Cataluña y la necesidad de imponer un solo idioma educativo, parece tener fundamento. Más importante que españolizar a todos los niños de la península es tener a una generación de estudiantes capaces de programar aplicaciones para móviles y ordenadores, un negocio en el que, por cierto, también se gana dinero.

En EEUU existen ya dispositivos que por sólo 35 dólares enseñan a los más pequeños a familiarizarse con el lenguaje informático. Muchos adultos lo están utilizando también para enseñar a sus hijos el verdadero idioma del siglo XXI.

Y por último está el tema de la reválida. Para los que como ésta periodista tuvieron que pasar selectividad no es ningún secreto lo injusta y aleatoria que puede resultar éste tipo de prueba.

Jugárselo todo a un examen final no sólo desalienta a los estudiantes más constantes, sino que puede dejar fuera además a las mentes más brillantes. Según un reciente estudio realizado en Taiwan la mayoría de los estudiantes que triunfan en las llamadas pruebas finales no son los más talentosos, sino aquellos que responden mejor al estrés. Dicho de otro forma los estudiantes más capacitados, y que en condiciones normales son los más avanzados , pierden casi todas sus oportunidades cuando se les presenta un ultimátum.

En un momento en que la fuga de cerebros está secando nuestro laboratorios y universidades, España no puede permitirse perder también a nuestras mentes más rápidas, por culpa de un sistema derruido y obsoleto.