El mendigo no era un mendigo

telecinco.es 05/12/2012 17:03

En el mundo del periodismo las buenas historias siempre acaban mal. Esta una máxima, que suele cumplirse bastante bien en general, no falla sobretodo cuando la historia pasa en los EEUU. Digo esto a raíz de una información que salía esta semana en Nueva York, y que conseguía abrir los informativos de medio planeta.

Según nos han contado la cosa pasó así. Un policía ve a un mendigo descalzo. Una mujer ve al policía. Una fotógrafa capta el instante en que el policía le compra unas botas al mendigo. Quizá porque la Navidad está a la vuelta de la esquina, o quizá porque Nueva York es una ciudad sorda y ciega, la imagen de alguien arrodillado curándole los pies a otro pronto se convirtió en Trendy Topic. Lo normal es que a partir de ahí todo hubiera seguido su curso , es decir, que el policía fuera rondando de plató en plató, y que el mendigo volviera a la acera.

Pero este culebrón urbano se quedaba huérfano esta semana después de saberse que ni el policía es un héroe, ni el mendigo es un mendigo. Es más según ha publicado el periódico Usa Today el misterioso hombre de los pies descalzos que conseguía emocionar a medio planeta se trata en realidad de Jeffrey Hillman , un veterano de guerra con un apartamento en el barrio del Bronx que desde el 2011 le paga el departamento de defensa de su país. Aunque no ha trascendido cuál de las innumerables guerras de EEUU es la responsable de que Hillman haya acabado en la calle y con un piso pagado, el dato pone de manifiesto el desgaste psicológico y social que sufren miles de veteranos estadounidenses.

Desde hace años el Departamento de Veteranos de este país trata de acabar con estas situaciones, sobre todo después de que escándalos como el del hospital Walter Reed sacaran a la luz las miserias de una nación acostumbrada a cuidar con orgullo a sus soldados. El gobierno de Obama prometió que atendería esta situación y tomó algunas medidas. Entre otras cosas se han multiplicado las terapias familiares, se han habilitado líneas de atención inmediata e incluso se han creados santuarios como el de Trumansburg, un especie de refugio donde los veteranos pueden ir a buscar consuelo y retiro.

Sin embargo nada de esto ha conseguido acabar con la plaga de suicidios que sólo este año se ha cobrado la vida de más de 6.500 patriotas. En números de muertos por cada soldado que es abatido en algún lugar de oriente medio, otros 25 acaban con su propia existencia en el confort de su hogar.

Jeffrey Hillman es uno de los que también ha perdido su vida, aunque siga respirando. Por eso cuando hace unos días el diario sensacionalista The New York Post se lo volvió a encontrar sin zapatos en las calles de Times Square, Hillman no quiso decir donde tenía las botas aunque aventuro “que tenía un valor incalculable”, y que por eso “las tenía guardadas en un lugar secreto". Como comentario final añadió lo siguiente:

-“Estoy contento con las botas pero yo hubiera preferido un trozo del negocio porque esa foto se ha publicado en internet, y no tenían mi autorización”.