El aspirante lo tiene claro, todo el mundo se enamora de él y él no lo puede evitar. Ha venido pidiendo un cambio porque quiere que le devuelvan su estilazo italiano. Cristina ha alucinado con Salvatore y le ha dicho que sabe si darle un "tortazo o un morreo". Y como la estilista es una mujer de palabra le ha dado un beso.