Antes de enseñarnos el cambio que le ha hecho a Makoke y, a raíz de los zapatos rojos que ha elegido para ella, Pelayo nos ha hecho una curiosa confesión, tumbado en el suelo y frente a la cámara: “Yo soy un fetichista de los zapatos. De hecho, mi madre, que era una mujer muy elegante, cuando yo iba al colegio, me servía el desayuno en tacones y ropa interior”.