El lateral francés se atrevió a lanzar una falta en la frontal del área cuando el Alavés iba perdiendo 1-0 e hizo esta maravilla. Un golazo absoluto. El disparo, con rosca y toda la intención del mundo, se alojó en la escuadra de la meta de Cillessen en el minuto 33 para empatar la final de Copa en el Calderón.