A juzgar por los hechos, cualquiera diría que se ha abierto la veda para atacar a Rocío Carrasco. Tras las palabras de su tío Amador Mohedano, que la acusaba de traicionarle y del dardo envenenado de Ortega Cano, ahora se suman sus hermanos Gloria Camila y José Fernando en esta lucha por el museo a la cantante.