María, testigo de los atentados: "Personas ensangrentadas me pasaban por encima"

María es una española que vive a tan solo 20 metros del lugar del atentado y que nos ha explicado cómo fueron esos momentos de pánico que se vivieron en Niza en torno a las once de la noche. Según observa María desde su domicilio, las calles cercanas al paseo marítimo continúan cortadas y son aún visibles algunos de los cadáveres tendidos en el asfalto. En el último momento, María decidió no ver los fuegos artificiales en primera línea donde se encontraban sus amigos, sino que los siguió alejada unos metros en la terraza de un bar. Desde allí, María sintió disparos y vio correr una avalancha de personas hacia donde estaba ella. “El dueño del bar donde estaba me arrastró hacia adentro para protegerme y me escondió detrás de la barra, no paraban de pasarme personas por encima”, ha relatado María. En los momentos posteriores al ataque se vivieron escenas de pánico con gente corriendo ensangrentada hacia todos lados, según nos ha explicado. Ha asegurado que desde los ataques de París viven con miedo y sienten que no están protegidos.

Muy cerca de donde la policía consiguió abatir al terrorista se encontraba Rafael, un español afincado en Niza. Según nos ha explicado, no le dieron mesa en un restaurante que se encuentra en el escenario del brutal atentado y esto es lo que le salvó de encontrarse en medio del caos. Desde un lugar más alejado vio como cientos de personas corrían presas del pánico hacia donde él se encontraba. Según nos ha explicado, tardó más de una hora en enterarse de qué es lo que estaba pasando por la enorme confusión que existía sobre lo que realmente había pasado. En opinión de Rafael, el camión se encontraba ya aparcado en la zona desde donde comenzó el ataque porque con motivo de las celebraciones no habría podido pasar ese mismo día, ya que los accesos se encontraban cerrados.

Christian fue uno de los testigos, residente en Niza, que presenció la irrupción del camión que ha provocado decenas de muertes en Niza. Según nos ha explicado, él y su familia cambiaron de opinión en el último momento sobre dónde presenciar los fuegos artificiales. En lugar de verlos en el paseo marítimo como es su costumbre, decidieron ir a cenar a la terraza de un hotel cercano. Christian ha contado que afortunadamente todos sus amigos se encontraban con él en el hotel, pero sí pudo ser testigo del pánico de las personas que huían del escenario del atentado. Christian ha explicado que desde el primer momento tuvieron la sensación de que era un atentado terrorista por el miedo que existe en Francia ante la posibilidad de ataques de este tipo.

Maialen, otra testigo de la masacre, nos cuenta cómo vivió esta horrible experiencia. Ella se encontraba en la calle paralela al Paseo de los Ingleses, y vió desde el coche que no estaba pasando algo normal. Maialen explica que en un primer momento pensó que el barullo de gente se debía a las fiestas, pero que cambio de opinión al ver las caras de la gente llorando y gritando "atentado, atentado".