Quinta entrega de las memorias de Amador Mohedano y en esta ocasión habla sin tapujos de la herencia de su hermana Rocío. "Mi hermana siempre fue una gallina clueca y nunca dejó a nadie de su familia desamparado; con su herencia, hizo lo que quiso", dice Amador, que se queja de que su hermana no le dejara nada de derechos artísticos. "Después de toda la vida defendiendo contratos, mirando por sus intereses... Preferiría que me hubiera dejado algo en concepto de derechos artísticos."