Vecino desalojado del Raval: “Los perros del Gobierno nos han llamado ‘narco-okupas ‘y somos ‘okupas’ por necesidad”

telecinco.es 15/02/2018 12:07

Los pisos son de propiedad municipal y son desalojados por varias denuncias de los vecinos por ser utilizadas como narcopisos, lugares donde se negocia con la droga y donde proliferan los actos violentos y las peleas. Existen dos versiones, dos caras opuestas de la verdad.

Por un lado, ‘El programa de Ana Rosa’ entrevista a un joven que acaba de ser desalojado junto a su mujer y su bebé de uno de estos pisos. Muy nervioso y alterado, deja claro que son okupas por necesidad, que no se dedican a actividades ilegales: “Los perros del Gobierno nos han llamado ‘narco-okupas ‘y somos ‘okupas’ por necesidad”. Afirma que él trabaja de obrero de manera intermitente y que no tiene posibilidad de pagarse un alquiler: “Desde que mi mujer se quedó embarazada, estamos detrás de los Servicios Sociales para que nos den un piso de protección y no hemos conseguido nada

El joven afectado afirma que todos son familias sin recursos, que no obtienen ayuda de nadie y que solo necesitan un techo: “Si tu hijo tiene un techo, el mío también lo necesita”, increpaba a las autoridades. Los Servicios Sociales acuden para dar apoyo a las familias desalojadas con niños pero parece no ser suficiente: “Nos dan una pensión dos días pero ¿luego que hacemos?”. Su testimonio es estremecedor y tal como ha dicho Ana Rosa: “Es la voz de la desesperación”.

Por otra parte, están los vecinos afectados por la lacra de 'narcopisos' que hacen de El Raval, un barrio cada vez más peligroso. En uno de esos edificios entra un periodista infiltrado de 'AR' haciéndose pasar por un cliente. El periodista consigue entrar y grabar, por primera vez, uno de los narcopisos del barrio de El Raval donde se vende y consume droga.

Carlos es uno de los vecinos que hace 'narcotours' para denunciar la masiva ocupación de pisos por parte de narcotraficantes en el barrio barcelonés de El Raval. "Conseguimos pasar de 60 narcopisos a 48, pero en menos de un mes han abierto cuatro más", dice. Este programa logró entrar en uno de estos pisos y las imágenes hablan por sí solas.

Ante la falta de actuación de la administración con el problema que tienen en el barrio, los vecinos comenzaron también a hacer caceroladas para echar a los narcotraficantes y los drogadictos de las calles, lo que les ha llevado a recibir amenazas de muerte por parte de los narcos. "Amenazaron a mi hija de ocho años con cortarle el cuello", cuenta. Además, lanza un mensaje para que el ayuntamiento de Barcelona actúe para solucionar lo que ocurre en el barrio: "Necesitamos orden y ley en esta ciudad".