Lee la entevista íntegra a Junior

TELECINCO.ES 27/03/2009 12:26

Ana Rosa. -Vosotros debeis ser especiales porque cuando alguien pierde a un ser querido, ve cualquier foto o cualquier cosa e intenta evitarlo. Debe ser incluso duro poder escucharlo todo por primera vez. vamos, que te debes haber inflado a llorar.

Junior. - Bueno, inflarme a llorar es algo que hago muchas veces. Y en televisión muchas veces. Se me hace un nudo en la garganta cuando hablo de ella y, sobre todo, cuando hablo del cariño y el amor que nos teníamos. Pero, sí, allí en el disco, la primera vez que lo canté, intenté cantarlo, pero no podía. Entonces, descansamos un poquitín, volví a cantarlo pero ya imaginándome que ella estaba al lado mío. Y la oía tan bien, que es como si estuviera al lado y yo le susurrara la canción.

AR. - Pero nunca habíais cantado juntos un grabado.

J. - No, un grabado, no. Una vez...que estuvimos toda la familia, incluso Juan Gabriel. Cantaba Shaila, todos los niños... Pero a dúo, no. Porque eramos de diferentes discográficas.

AR. - ¿Cuándo se fraguó el proyecto 'Amor del alma'?

J. - Esto lo pensó un amigo, Antonio García Oñate, que trabajaba en Sony, y fue un proyecto que me gustó mucho cuando me lo contó. Se han hecho muchos recopilatorios, pero esas canciones que son bellísimas y que fuera de España sí se han escuchado. Hemos querido hacer el recopilatorio de esas canciones.

AR. - ¿Cuántos cd's hay?

J. - Hay tres cd's y 50 canciones.

AR. -Y está tu dueto, el dueto con Shaila... ¿cómo lo pasó Shaila en el dueto?

J. -Shaila también lloró la primera vez que lo intentó cantar porque esa canción sí está dedicada a una persona que ha muerto. Entonces, lo que se hizo allí fue que en las partes en las que no se menciona que se ha ido... las canta Rocío. Pero en cuanto dice que cerró los ojos... y todo eso, todas esas partes las canta Shaila. Es una conversación muy bonita entre madre e hija y ha salido de verdad de ponerte los pelos de punta. El final, además, es una despedida como las que hacía Rocío, de darle las gracias al público y termina con un beso. Se me ponen los pelos de punta.

AR. -Emociona todavía.

J. -Sí, me emciona porque es el final de todos los tres y termina con el beso de Marieta.

AR. - Junior, la última parte de la enfermedad e inmediatamente después de la muerte de Rocío, tuviste una crisis enorme, entraste en barrena, le diste al frasco... Yo ahora te veo muy bien.

J. - Yo ya empecé a beber cuando me enteré de que Rocío... en 2001.

AR. - Cuando le detectaron la enfermedad.

J. - Exactamente.

AR. - No podías superarlo.

J. - No, no. No quiero hablar de ello.

AR. -Lo que te quiero decir es que te has recuperado.

J. -Me encuentro muy bien y dispuesto a hacer proyectos nuevos.

AR. - ¿Has tenido que utilizar medicación?

J. - Sí. Sigo, con más baja pero, para la depresión... Porque me entran nervios y...>/p>

AR. - Te entra ansiedad.

J. - Sí.

AR. - Cuando parece ya que estás remontando, llega todo el tema de la herencia. Esto también, imagino que son disgustos enormes.

J. - Pues sí. La verdad es que un padre no se espera eso de sus hijos. Ellos tendrán sus motivos, supongo. Pero Marieta y yo les dejamos en vida muchas cosas, cosas que tienen ellos, escrituradas a su nombres.

AR. -Pero eso ya sabes que se lo disteis. Eso ya no cuenta.

J. -Bueno, pero lo que yo no tengo ya es más. No puedo comprarles la parte de nuestra casa familiar.

AR. -¿No habeis podido encontrar un encuentro para solucionar las cosas?

J. - Yo sigo confiando en que ese encuentro se va a producir. Tarde o temprano. Cuando muis hijos...mmm, pasen lo que estoy pasando yo, que les echo mucho de menos. No sé, si me están oyendo: 'Hijos, quiero que seamos lo mismo de antes'.

AR. - Ahora estás muy solo.

J. - estoy con mi madre, que tiene 94 años. Que seguramente me está viendo. Mami (mira a la cámara y le lanza un beso): muak, te quiero.

AR. - Lo sé. Porque mi madre vive muy cerca de la tuya y me lo dice. Pero tu madre está muy bien.

J. - Está muy bien. Tiene 94 años y Dios me la ha conservado muy bien. Ve los programas de televisión, ve los tuyos...

AR. - ¿Y qué dice tu madre?

J. - Mi madre no se entera mucho de que tengamos problemas gordos en la familia porque yo se lo suavizo. Es mi obligación, suavizarle y no darle disgustos.

AR. - ¿Cómo crees que acabará todo esto?

J.- Yo no espero que se rompa mi familia por esto. Shaila está entre medias, entre medio de los dos. Adora a sus hermanos, me quiere muchísimo a mi. Hablamos por teléfono. Está en la encrucijada, decantarse por unos, por otros... No puede. Ella... su corazón no se lo pide. Ella dice, 'Papi es que no puedo ni ponerme en contra de mis hermanos, ni que ellos me pongan en contra tuya.

AR. - Igual ella es la que en algún momento consigue un poco, uniros.

J. - Es lo que estoy esperando, pero tiene tantas galas firmadas en América con gente famosa, Vicente Fernández.

AR. -¿Y es verdad que va a hacer el repertorio de su madre?

J. - No sé. Lo último que sé es que va a hacer un disco de rancheras. No sé quién se lo va a producir pero no creo que sean las mismas canciones puesto que ya en el álbum anterior había varias canciones conocidas de Rocío.

AR. -¿Puede ser la sucesora?

J.- Yo espero que... con que le vaya la mitad de bien que le ha ido a mi mujer ya estoy satisfecho. Yo era director artístico de Rocío y yo le preparaba los espectáculos para que terminaran en punta sin que se cansara la voz. Algunas canciones altas, otras más bajas...

AR. -Supongo que eras también un poco el que llevaba la economía familiar porque normalmente para eso los artistas son un desastre.

J. -Yo también era un desastre. A mi me daban cuentas, yo las revisaba... y ya está. Pero yo nunca he estado en nómina.

AR. - ¿Y las inversiones y ese tipo de cosas?

J. - Eso sí. Yo me encargaba y mi mujer se ponía furiosa. '¿Otra vez?, ¿otra vez has comprado un terreno? ¿Para qué?, ¿para qué sirve?'. Pues mira. Sirve para poder darle a mis hijos y para que me sucedan las cosas que me están sucediendo. Porque sino no hubiera sucedido eso.

AR. -Claro. Si no hay nada, no hay nada de que discutir.

J. - Gracias a dios he sabido invertir.

AR. -¿A tus nietos los ves?

J. - A mis nietos los veo, sí.

AR. -Porque eso es la alegría.

J. - No todo lo que quisiera. Pero sí los veo porque los traen a casa. Tengo muchas ganas de ver a mi nieto Christian, que es el que menos he visto últimamente. Aunque Óscar Lozano me quiere muchísimo, y yo él. Ha cambiado mucho este chico.

AR. - Se ha centrado.

J. - Se ha centrado mucho. Lástima que no hayan funcionado Carmen y Óscar.

AR. -Hay gente que, cuando son jóvenes, pasan unos años que están despistados...pero no podemos crucificarlos y luego enderezan su camino. Bueno, Óscar siempre ha sido un chico muy trabajador.

J. - Muy trabajador, sí. Lo que pasa es que tenía veintitantos años, dedicándose a la noche... La noche es muy peligrosa. Para algunos. Porque para Rocío y para mi no.

AR. -Pero vosotros habeis sido muy de familia.

J. - Somos... Éramos muy de familia. Parece como si la tuviese al lado. Sé que me avisa de cosas. Por ejemplo, se me cae un cepillo, '¡písalo! ¡Sale un contrato!'. Y me ha pasado y me salió el contrato del libro...

AR. -Porque ella decía eso, ¿no? Que cuando cae un cepillo hay que pisarlo.

J. -Sí. 'Cae un cepillo. ¡Písalo!'. Antes de recogerlo, ¿eh? (ríe).

AR. - Yo no sabía eso.

J. - Pero no vale tirarlo.

AR. -Eso es lo malo. ¿Y te ha pasado ahora?

J. - Ayer mismo se cayó un cepillo y lo pisé.

AR. -¿Y qué?

J. -Y estoy esperando a que pase algo. No sé. Estoy esperando a que me salga un contrato.

AR.- Dices que tienes proyectos.

J. -Sí. Tengo proyectos porque me ha dicho gente que ha escuchado el disco y dice: 'Antonio tienes la misma voz de antes'. Y yo digo, pues sí. Y me siento igual que antes. No siento que tengo 45 años (bromea).

AR. - Bueno, no nos pasemos, Antonio.

J. -Bueno, digamos que tengo 'ta y cinco'. Y que ponga la gente lo que quiera.

AR. -¿Por qué cuál crees es la edad ideal?

J. - Yo, entre los 35 y los 45. Es ideal.

AR. -Ni uno menos. Porque a los veinte es un coñazo...

J. -Claro.

AR. - Oye, ¿es verdad que te causó problemas la tontería del libro?

J. - Fíjate, Una bobada. Los hombres somos muy volubles, muy facilones. No le damos tanta uimportancia. No soy machista. Siempre he pensado que es más fácil que un hombre se acueste con una mujer ,que que una mujer se acueste con un madre.Un hombre se acuesta con una mujer y está deseando que se vaya ya. Cuando no hay amor. Y la mujer, para acostarse con un hombre, necesita algo más.

AR. - Eso era antes.

J. - ¿Tú crees?

AR. - Yo te digo por las niñas que conoces. Que en eso tienen una mentalidad mucho más de aquí te pillo, aquí te mato.

J. - Bueno, estamos en el 2009. Que va a ser mi año. Porque el nueve es mi número.

AR. - ¿Es tu número? El nueve es un número buenísimo en numerología. Es la universalidad. Luego te lo cuento.