Cacerías, relojes, jamones, dinero en efectivo... Esos son algunos de los regalos que recibía Serafín Castellano por otorgar contratos por 33 millones de euros a la empresa Avialsa, según el exgerente de dicha empresa. Sin embargo, el presidente de la empresa y amigo íntimo de Castellano cree que todo se debe a una venganza. La polícia ha encontrado grandes cantidades de dinero y pruebas que acreditarían el papel de Castellano dentro de la trama.