No hay vuelta atrás. María Salmerón, una víctima de malos tratos, tendrá que entrar en prisión al haber incumplido el régimen de visitas que el juez había establecido para su hija, que se negaba a ver a su padre, condenado a 21 meses de cárcel. Ella se limitó a cumplir los deseos de la menor y ahora, tras no serle concedido el indulto, debe entrar en la cárcel.