Todo comenzó por un trozo de queso. Los dos concursantes de "Mujeres y Hombres" discutían por la propiedad del lácteo cuando Tamara Gorro definió a su compañero como "un tocahuevos". El comentario provocó una discusión que fue in crescendo, avivada por la provocaciones de él y también, en parte, por la sensibilidad a flor de piel de una Tamara en "esos días del mes". Marta trató de calmar a ambos por separado, sobre todo a la colaboradora que amenazaba con dejar el concurso. Una labor diplomática encomiable que consiguió que ambas partes aparcaran el odio y se sentaran a dialogar como personas civilizadas junto al billar. Esto explicaría el repentino interés de Óliver por dejar el concurso si ella así lo desea. Sea como sea, parece que los nubarrones se han disipado sobre la cabeza de Tamara, que, más feliz que nunca, parece dispuesta a llegar hasta el final en 'El reencuentro', aunque su propio compañero le ponga obstáculos.
"Tamara tú sabias donde te metías", comenzó Óliver, "si a ti te apetece irte, yo, como buen compañero, vámonos, no pasa nada. No te justifiques con que no te quieres ir por mí". El muchacho, además, invitó a su compañera a poner cada uno "de su parte" para llevarse bien y poder continuar en el concurso, pero ese día Tamara lo veía todo negro. "No se puede. Te da por decir 'estás loca' y sabes que a mí eso me saca de mis casillas".
Llorando en el confesionario a moco tendido, la Gorro no le veía salida a su situación. Sostiene que el propósito de Óliver es amargarla y hacerse la víctima en el concurso: "Él sabe como amargarme, porque sabe que yo soy una persona muy sensible". Además, Tamara sospecha que su con esta actitud, lo que su compañero quiere es provocarla con vistas a que les vuelvan a llamar de los programas de televisión: "Va a ir por ese línea y va a ir provocando hasta que fuera él tenga lo que quiere, que es enfrentarse conmigo".