Vaguada en el norte y borrasca frente a Canarias: últimas tormentas de la primavera muy repartidas

La (confinada) primavera ha sido muy variada en España. Del calor de marzo pasamos a un abril nublado (aunque cálido) y de ahí a un mayo cambiante que terminó, como recordarás, con un episodio de altas temperaturas que ha situado al mes como el más sofocante desde 1965. En cuanto a junio, venimos de unas semanas de sucesivas tormentas y nos encaminamos al verano que está a la vuelta de la esquina, pero antes trae un último enviste de la inestabilidad.

Por un lado, la borrasca que nos ha afectado en los últimos días va reintegrándose este martes a la circulación atmosférica dibujando una tímida vaguada que será suficiente para regar todo el norte y el este. “Flujo zonal fuerte asociado a la influencia de dos bajas”, describe la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), “una al sur de las islas Británicas y la otra al sureste de Azores”.

La primera se está encargando de mezclar el calor en superficie con el frío en altura (ligeramente anómalo para la época) en el norte y repartirá humedad también en el Mediterráneo. Por allí las nubes se irán desarrollando a lo largo del día y dejará chaparrones a lo largo de la tarde. Serán intensos en Cataluña –más en Girona–, en la provincia de Castellón y en las Islas Baleares, especialmente en Mallorca. De hecho la Aemet ha activado el aviso amarillo en estas zonas.

No serán precipitaciones constantes, pero de golpe podrán caer más de 20 litros/m2 en una hora a partir del mediodía. Serán con tormenta, es decir, no se descarta que sople viento de repente y que se produzcan rayos, como ha ocurrido en días anteriores. Nada que ver, eso sí, con las descargas eléctricas que se cuantifican últimamente en otras regiones de Europa. Como curiosidad: entre el 11 y el 13 de junio cayeron 30.000 sobre Europa, la mayoría sobre Turquía.

La depresión que se refuerza a esta hora al noroeste de Canarias está arrastrando a las islas un flujo del suroeste porque dibuja una V bastante pronunciada. Afectará sobre todo a la portuguesa Madeira, pero a la parte más occidental de nuestro archipiélago llegarán lluvias estos días. Sin embargo lo más destacado serán no tanto las precipitaciones como el viento y la calima.

En zonas altas, las ráfagas van a superar los 70 km/hora, y el viento vendrá además cargado de ese polvo del desierto que ya ayer enturbió mucho el cielo de algunas islas. Los niveles en zonas de algunas islas van a triplicar el umbral establecido por la OMS de 50 microgramos de concentración por metro cúbico.

Podrá hacer caer la humedad y dejará cierta sensación de bochorno, además de un riesgo de incendio extremo en Gran Canaria. Tampoco en Tenerife hay que despistarse, ya el lunes tuvo que sofocarse un pequeño incendio en San Cristóbal de La Laguna.

A medida que nos acerquemos al fin de semana, las cosas irán cambiando radicalmente. Todavía lloverá generosamente hasta el viernes por el paso de una Dana (depresión aislada en niveles altos) sobre la Península que perturbará la atmósfera en el norte pero, sobre todo, en el este. El último día de la primavera (día 19) las lluvias se extenderán desde Aragón y Cataluña hasta Almería y podrán producirse de también en Baleares.

En cuanto al arranque del verano este sábado, el giro en el panorama meteo va a ser más que evidente. “Es posible que un frente poco activo se aproxime a Galicia y Cantábrico produciendo algunas precipitaciones débiles”, puntualiza la Aemet. También hay que destacar que podrá soplar levante (a ratos fuerte) en el Estrecho y el Mar de Alborán, y rachas de componente norte en el Ampurdán y Menorca.

Dicho esto, la estrella del fin de semana será el calor. Va a hacer hasta 40ºC el domingo en el valle del Guadalquivir, ¡40ºC! Habrá todavía regiones del norte que se queden en torno a los 20ºC por las nubes que podrán gestarse por allí pero en general hablaremos de valores más cercanos a los 30ºC en general. Vemos a continuación el mapa de máximas y sus anomalías, elaborados por el meteorólogo César Rodríguez Ballesteros:

En cuanto a la temperatura mínima, pasaremos de dormir arropados a registrar noches tropicales (a 20ºC o más) en unas cuantas provincias del suroeste. Eso sí, en la mitad norte y entornos de montañas sin influencia de la brisa marina podrá hacer todavía menos 10ºC de madrugada, lo cual resulta ligeramente anómalo (más frío de lo normal) para estas fechas.