La competición del futuro ya está aquí. Los coches eléctricos llevan tiempo en el mercado, pero ahora se estrenan en un ámbito que era exclusivo de la gasolina y de los motores de combustión al límite de revoluciones. El 13 de septiembre nace la Fórmula E, un certamen único amparado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en el que la electricidad será la mayor protagonista de todas y que disfrutaremos en Mediaset.
¿Qué es la Fórmula E?
La Fórmula E es la primera competición de la historia de monoplazas totalmente eléctricos creada por la FIA. Esta temporada, en otros certámenes como la Fórmula 1, la Federación Internacional ha comenzado una nueva era con la inclusión de motores híbridos, pero llevará el concepto de respeto al medioambiente en carreras a su máxima expresión con esta nueva prueba.
Esta primera temporada, todos los equipos compartirán un coche de idénticas prestaciones, algo que cambiará para el segundo año. El monoplaza ha sido fabricado por la compañía francesa Spark Racing Technology junto con la colaboración de otras empresas: el chasis de fibra de carbono y aluminio de Dallara, los sistemas electrónicos y la unidad de potencia de McLaren, las baterías de 200 kW (lo equivalente a 270 caballos de potencia) de Williams, las cajas de cambios con cinco marchas de Hewland, las ruedas con llantas de 18 pulgadas y válidas para agua y seco de Michelin, y todo funcionará bajo la supervisión de Renault. Cuando los pilotos utilicen toda la potencia de sus coches, algo que solo se podrá hacer en los entrenamientos y la calificación, podrán alcanzar los 225 km/h como velocidad máxima.
Diez equipos y veinte pilotos se batirán en el asfalto de diez circuitos urbanos construidos en algunas de las ciudades más conocidos del planeta. Pekín (China) dará el pistoletazo de salida el 13 de septiembre y Londres (Gran Bretaña) clausurará el campeonato el 27 de junio. Entre medias, la Fórmula E viajará a Putrajaya (Malasia), Punta del Este (Uruguay), Buenos Aires (Argentina), Miami y Long Beach (Estados Unidos), Mónaco, Berlín (Alemania) y otra ciudad aún por determinar.
Las sesiones típicas de una competición de monoplazas (pruebas, calificación y carrera) se concentrarán en un solo día para reducir costes y afectar lo menos posible al normal funcionamiento de las ciudades que alberguen los E-Prix, como se llaman sus grandes premios. De esta forma, las jornadas comenzarán con dos sesiones de entrenamientos (una de 45 minutos y otra de 30), una hora más tarde tendrá lugar la calificación (que durará una hora y estará divida en cuatro tandas en las que cinco coches buscarán el mejor tiempo) y tres horas después la carrera (con aproximadamente una hora de duración). Además, habrá nueve días de test: cinco antes del campeonato (que ya se han celebrado), dos durante su disputa y otros dos una vez haya finalizado.
Las carreras comenzarán, como es tradicional, con una salida en estático, y habrá paradas en boxes, pero bien diferentes a lo que estamos acostumbrados. Solo se parará una vez en el pit lane y será no para sustituir los neumáticos, que tendrán que durar toda la carrera, sino para cambiar de coche. La duración de las baterías no permite completar la distancia total de una prueba y por eso los pilotos se verán obligados a subirse a otro monoplaza para seguir corriendo, y lo tendrás que hacer en un tiempo establecido que se determinará el mismo día.
La competición adaptará el formato y el reparto de puntos habitual de la FIA. Así, habrá dos clasificaciones y dos títulos, el de pilotos y el de escuderías, y puntuarán los diez primeros clasificados de la siguiente forma: 25 puntos para el ganador de la carrera y para el resto del 'top ten' 18, 15, 12, 10, 8, 6, 4, 2 y 1.
Una de las grandes innovaciones que presentará este campeonato será este concurso al que se ha dado el nombre de FanBoost (algo así como el impulso del fan). A través de la página oficial www.fiaformulae.com los aficionados podrán elegir antes del inicio de la carrera a tres pilotos de la parrilla para darles cinco segundos de potencia extra en sus monoplazas, que pasarán de 150 kW a 180 kW, otorgándoles una ventaja competitiva que puede cambiar mucho las cosas.