Guardia Civil y FBI desmantelan la red de depredadores sexuales que extorsionó a Amanda Todd
Amanda Todd, canadiense de 15 años, se suicidó tras ser extorsionada por Internet. La red que la captó es la desmantelada ahora y en la que hay 21 cazadores de niñas detenidos. Uno es un depredador sexual alicantino de 35 años, estudiante de ingeniería que todavía vivía con sus padres, y en esa casa familiar pasaba 24 horas practicando el ciberacoso. El teniente José Luis Caramé, del Departamento de Delitos Telemáticos de la UCO, no explica que pasaba todo el día intentando captar niñas y llegaron a caer en sus garras entre 60 o 70.
En total, en la operación que se ha llevado a cabo conjuntamente con el FBI, hay 80 niñas de entre 8 y 14 años identificadas, aunque el número de víctimas es ahora mismo incalculable. Casi todas de habla inglesa, de Reino Unido, Canadá y EEUU. Todas eran captadas en redes sociales abiertas y cuando ya habían sido engatusadas, las invitaban a unas “salas privadas” en otra plataforma en la que ya necesitaban contraseñas. Una vez que las menores visitaban esas salas privadas actuaban los miembros de la organización que ellos llaman 'loopers' encargados de inyectar vídeos y engañar a las víctimas que creían que chateaban con niñas y que jugaban. Primero inyectaba vídeos de otras niñas que hacían el pino, por ejemplo. Luego empezaban a poner vídeos con tocamientos y escenas aberrantes que las víctimas, incomprensiblemente, llegaban a hacer. Quizá la explicación esté en que detrás de esos vídeos estaban los depredadores sexuales, pero las niñas no lo sabían y acababan haciendo lo que veían a sus “amigas” nuevas de Internet. Un agente encubierto del FBI ha sido clave para desmantelar esta organización de depredadores sexuales.