Carmen Maura afirma que si Almodóvar le da un buen papel y se lo paga bien, lo hará

"Si me llama y me da un buen papel y me lo paga como tiene que ser y estoy libre pues lo haré. Pero vamos, no es una cosa que me obsesione", respondió Maura a las preguntas sobre el cineasta manchego, con quien no trabajó desde "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988) hasta "Volver" (2006).

En un acto en el Ayuntamiento de París al que asistió un centenar de personas y en el que recibió la "Grande Médaille de Vermeil de la Ville de Paris" de manos de la vicealcaldesa de la capital, la franco-española Ana Hidalgo, Maura confesó que no ha vuelto a ver al director que le lanzó a la fama internacional desde el estreno de "Volver".

"Hicimos esa película, pero no somos para nada amigos como antes ni nos vemos. No le he visto después de la película. Pero si un día me necesita para una película, pues me llamará. Como pasó con 'Volver'. Yo creo que dijo: 'este papel, a ver quién coño me lo hace... voy a llamar a ésta que sirve igual para un roto que para un descosido'".

La actriz madrileña, que vive a caballo entre su ciudad natal, París, un refugio en el campo y los rodajes en el extranjero, insistió en que en tras más de cuatro décadas de carrera, lo que le interesa es "descubrir gente nueva" y no precisamente volver a ponerse tras la claqueta del oscarizado Almodóvar, que "ahora hace un tipo de cine tan serio y tan torturado".

"Con Pedro ya hice tantas y me ha dado tantos papeles que está bien que trabajen otras a las que les hace tanta ilusión trabajar con Almodóvar, que las extranjeras se mueren. Se creen que trabajas con Almodóvar y ya eres graciosa, y no", explicó a los periodistas entre risas.

Sobre París, una ciudad donde suele pasar la mitad del año y en donde estrenará el próximo día 16 "Les femmes du 6ème étage", de Philippe Le Guay, que también se proyectará en la Berlinale fuera de competición, la actriz evocó una ciudad que le ha dado "momentos maravillosos" y momentos "difíciles".

"Cuando aprendí a no llorar y a tomármelo todo por el lado positivo, me he reído mucho con los franceses", dijo Maura, que aseguró que ha tenido que luchar mucho "para estar completamente 'zen'" en la capital de un país que ya la condecoró en 1996 con el título de Caballero de la Orden de las Artes y Letras.

De las pocas cosas que le reprocha a la ciudad de la luz, una metrópoli en la que aseguró que la soledad puede hacerse muy dura, es que "a poco que pase algo malo en España, abrimos el telediario".

"Cuando me preguntan si la cosa está terrible en España siempre digo: 'bien no está, pero tenemos más sentido del humor'. Además, hemos tenido más crisis y eso hace callo", bromeó.

"Me gustaría que París estuviera en la acera de enfrente de mi casa. Eso sería perfecto", concluyó Maura, actriz que cuenta en su haber con casi un centenar de películas, cuatro premios Goya, el premio del Festival de Cannes a la mejor actriz, la medalla de oro de la Academia de Cine, dos premios como mejor actriz europea y una Concha de Plata, entre otras distinciones.