Un piano de cola a disposición de los viandantes en las calles de Barcelona

Son muchas las manos que se han animado estos días a pulsar sus teclas, especialmente cuando los organizadores del concurso Maria Canals lo han colocado en puntos concurridos de la ciudad, como La Rambla, el Parque de la Ciudadela y el Palau de la Música.

Pero el lugar donde el piano ha estado más solicitado ha sido en la plaza Catalunya, donde antes de que los organizadores dieran el pistoletazo de salida ya había un grupo de jóvenes esperando impacientes.

Los jóvenes son los siete miembros del grupo musical Alejandra Pizarnit, que cuentan con un pianista en la formación y han visto en la iniciativa del Concurso Maria Canals una oportunidad para dar a conocer su música.

"Hemos sabido que había un piano de cola en pleno centro de la ciudad a disposición de todos y hemos venido toda la banda porque tenemos muy pocas oportunidades de darnos a conocer y esta es una buena manera", ha explicado a Efe el vocalista del grupo Bernat Guerí.

Los miembros de Alejandra Pizarnit solo han podido interpretar dos temas, porque otros pianistas hacían cola, entre ellos Raul Corrales, que ha venido acompañado de una joven fotógrafa.

Corrales trabaja de camarero en un bar, pero es pianista aficionado y cuando supo que podía tocar un piano de cola en la calle le pareció "toda una oportunidad".

No obstante, lo que realmente le decidió fue una joven clienta fotógrafa que le dijo que podían aprovechar la oportunidad para hacer una sesión fotográfica.

"Yo sólo estoy aprendiendo y aquí hay grandes artistas, pero he disfrutado de la experiencia igualmente", ha dicho Corrales mientras admira la maestría de un hombre mayor que toca boleros al piano.

"La idea es dar la oportunidad de tocar un piano de cola a pianistas no profesionales y ofrecer a los viandantes el maravilloso sonido de un piano de estas características", ha aclarado el gerente del Concurso Maria Canals, Jordi Vivancos.

El Concurso Maria Canals ya distribuyó el año pasado pianos de pared por la ciudad, un iniciativa a la que se sumaron muchos ciudadanos.

En esta ocasión tampoco han faltado las manos que quisieran tocar ni los oídos que quisieran escuchar, por lo que quizás tenga razón Bernat Guerí cuando dice: "Tendrían que facilitar las cosas para que los músicos pudiéramos tocar libremente y los aficionados escuchar".

Rosa Díaz.