Ban Ki-moon condena la violencia y pide a Damasco que respete los derechos humanos

Ban expresó su "profunda preocupación por la situación en Siria, en donde se ha informado de nuevas muertas civiles en las últimas manifestaciones populares", señaló a través de su portavoz, Martin Nesirky.

En Siria, al igual que en otros países árabes, los grupos de la oposición siria llevan más de un mes protagonizando protestas para exigir reformas políticas al régimen de Bachar Al Asad, que lleva once años en el poder desde que sucedió a su padre, Hafez al Asad.

El máximo responsable de Naciones Unidas deploró igualmente el uso de la violencia en esas manifestaciones pacíficas y pidió a las autoridades sirias que "paren inmediatamente" esas acciones.

El secretario general reiteró su llamamiento al Gobierno sirio "para que cumpla con sus obligaciones internacionales de los derechos humanos".

Ban recordó al Gobierno del presidente Asad que, si bien toma nota de sus intenciones de poner en marcha reformas gubernamentales, "está convencido de que no hay alternativas al diálogo inmediato y global para tratar las legítimas aspiraciones del pueblo sirio".

Las fuerzas de seguridad sirias detuvieron hoy a 21 personas en las ciudades de Deraa y Homs tras las manifestaciones contra el régimen que se desarrollaron el viernes, denunció el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

Además, al menos cinco personas murieron el viernes es ese país árabe y decenas más resultaron heridas por las fuerzas de seguridad en la represión con disparos de una manifestación pacífica.

Según cálculos de organismos de derechos humanos, desde que comenzaron las protestas en Siria ha habido más de cien muertos, entre ellos medio centenar en Deraa y una veintena en Sanamein.