La Fiscalía Militar turca concluye que un misil sirio derribó el avión de combate turco el 22 de junio

Según los datos recogidos del ordenador del avión, la aeronave recibió una señal de aproximación de un misil, lo que contradice la versión de las autoridades sirias, que han afirmado que utilizaron artillería antiaérea para derribar el avión cuando este volaba a unos cien metros de altitud sobre su espacio aéreo.

Sin embargo, la fiscalía militar turca ha dicho que, a pesar de que no hay pruebas de que un misil impactara contra el avión, las trazas de material encontradas en la aeronave apuntan a esta opción. Además, ha indicado que los daños sufridos por el avión no están causados por artillería antiaérea.

"Partes del avión siniestrado han pasado por un examen metalúrgico, en el que se han encontrado trazas de clorato de potasio, un agente oxidante utilizado en los combustibles para misiles", ha argumentado, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.

Además, ha indicado que el misil fue disparado cuando el avión se encontraba en espacio aéreo internacional y que la explosión del mismo provocó que "los pilotos perdieran la capacidad de mantener un vuelo estable, perdiendo altura e impactando contra el agua".

Expertos turcos consultados por 'Hurriyet' han expresado su descontento con el informe y han subrayado que no se ha dado suficiente información para concluir que fue un misil sirio el que alcanzó el avión. En este sentido, han destacado que no se ha especificado qué tipo de aviso sobre misil recibió el avión, por lo que no podría descartarse que fuera artillería antiaérea.