El Gobierno acusa a Pillay de hacer una "valoración política" que "transgrede su mandato" en la ONU
EUROPA PRESS
02/09/201304:36 h."Se trata de una valoración política que transgrede los límites de su mandado y de las normas básicas que debería observar como funcionaria civil de una organización internacional", ha dicho el Gobierno, a través de un comunicado difundido por su Departamento de Información.
Además, ha argumentado que va en contra de valoraciones anteriores, en las que Pillay ha reconocido el libre acceso proporcionado por el Gobierno a las zonas de combate de la guerra civil y al pluralismo político reflejado en los "vibrantes debates electorales".
"Por todo ello, es mejor dejar que el pueblo ceilandés valore a los líderes de su país, antes de que sean caricaturizados por entidades influenciadas por intereses particulares", ha estimado.
El Gobierno igualmente ha criticado la ofrenda floral realizada por Pillay a las víctimas de la guerra civil en Mullivaikkal, donde murió el líder de la guerrilla de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), Velupillai Prabhakaran.
Las autoridades ceilandesas han considerado que se trata de un "hecho perturbador", ya que, "si Pillay deseaba honrar la memoria de todas las víctimas del conflicto terrorista que duró 30 años debería haber elegido un lugar común".
A este respecto, también han denunciado "la manipulación selectiva de los medios de comunicación". "Naciones Unidas pidió a la prensa local que no siguiera a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos para no violar la confidencialidad de sus conversaciones con los residentes locales, pero invitó a tres televisiones extranjeras", ha revelado.
Asimismo, ha expresado su "sorpresa y consternación" por las acusaciones de Pillay de que el Gobierno "minimiza la violencia religiosa". "Cabe recordar que la Constitución ceilandesa otorga al budismo un lugar especial, al tiempo que garantiza todos los derechos de los demás grupos religiosos", ha indicado.
Por último ha criticado a la jurista sudafricana por "proponer cambios en el Gabinete ministerial de una nación soberana, a pesar de que es una prerrogativa exclusiva del jefe de Estado", al criticar la creación del nuevo Ministerio de Ley y Orden por ser una escisión de los de Defensa e Interior.
El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ya advirtió el pasado sábado a Pillay de que la población ceilandesa cree que Naciones Unidas es parcial y de que el informe que debe entregar el próximo mes sobre su visita de esta semana prejuzga al país.
VISITA OFICIAL
Pillay llegó hace una semana a Sri Lanka en una visita oficial de siete días en la que por primera vez un miembro de Naciones Unidas ha podido recorrer las zonas que las Fuerzas Armadas y el LTTE arrasaron durante la guerra civil.
Es la primera vez que el Gobierno ceilandés permite que la organización internacional visite las zonas en conflicto, debido a la controversia sobre las violaciones de los Derechos Humanos cometidas en las etapas finales del conflicto bélico.
La ONU ha publicado varios informes, el más reciente de noviembre de 2012, en los que sostiene que en los últimos meses de conflicto al menos 40.000 civiles --aunque algunas fuentes hablan de 70.000-- murieron al quedar atrapados en medio de la batalla.
En concreto, ha instado al Gobierno a investigar los supuestos crímenes de guerra cometidos por sus tropas ya que, de acuerdo con diversas fuentes, habrían bombardeado centros médicos y campamentos de refugiados.
La ONU también ha asumido "fallos sistémicos" con los que dejó desprotegida a la población civil. En particular, la decisión de retirar a su personal de las zonas en conflicto en septiembre de 2008, aunque el Gobierno advirtió de que no podía garantizar su seguridad.
A pesar de los numerosos llamamientos internacionales, las autoridades ceilandesas se han negado a investigar las supuestas violaciones de los Derechos Humanos cometidas al final de la guerra civil, considerando que son acusaciones infundadas.
La llegada de Pillay, de origen indio tamil, ha generado una gran controversia. A lo largo de esta semana, se han celebrado numerosas manifestaciones en la capital ceilandesa, Colombo, protagonizadas sobre todo por budistas, contra la emisaria de la ONU.