Hollande afirma que concluirá su mandato y dice no estar preocupado por los sondeos

Hollande ha comparecido este jueves en el Elíseo para dar una rueda de prensa en la que ha hablado tanto de temas internacionales como nacionales. En este último ámbito, las preguntas de los periodistas no sólo han versado sobre cuestiones legislativas o sociales, sino también sobre el futuro político y personal del propio mandatario.

Así, en varias ocasiones Hollande ha tenido que hacer frente a preguntas sobre su baja popularidad y su perspectiva de gobierno. "Seré presidente hasta el final, no tengo otro objetivo, otra prioridad, otro deber, que hacer todo por mi país", ha dicho, descartando así un hipotético adelanto electoral a la luz del declive de popularidad y de la reciente crisis de Gobierno.

En este sentido, el presidente francés ha reconocido que no ve "indiferente" unos sondeos que revisa "regularmente", pero ha subrayado que "en ninguna parte de la Constitución" aparece que son estas encuestas las que deben marcar la política. De ser así, ha añadido, Francia "no sería ya una democracia".

Hollande, sin embargo, no ha querido desvelar si se presentará a las elecciones de 2017. "Soy presidente, no candidato", ha insistido, en alusión a un debate que considera fuera de lugar.

El mandatario francés tampoco ha querido valorar directamente la posible vuelta de su predecesor, Nicolas Sarkozy, a la primera línea política y se ha limitado a decir que "quien gobernó el país ayer o incluso antes de ayer tiene perfecto derecho de dirigirlo mañana y pasado mañana".

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Hollande, salpicado en estos últimos dos años no sólo por críticas políticas sino por escándalos de índole personal, ha recalcado a lo largo de su comparecencia que no se rige por su imagen. "Mi suerte personal no es mi objetivo. Mi único objetivo es el mandato recibido. Mi único deber es Francia (...), no protegerme", ha agregado.

Una de las imágenes con las que los medios han ilustrado en los últimos meses el declive de la popularidad de Hollande muestra al presidente empapado por la lluvia durante una visita, en agosto, a Ile de Sein. El viaje se produjo en pleno escándalo por las críticas del entonces del ministro de Economía a las políticas de austeridad.

"No puedo controlar la lluvia", ha dicho, para acto seguido recordar que también se estaban mojando el resto de asistentes al acto. "¿Me pide que me ponga a resguardo porque eso podría afectar a la imagen del presidente? Ser presidente consiste en estar con los franceses, bajo la lluvia", ha apostillado.