Israel deportará a los marfileños que hayan entrado de forma ilegal en el país

Este anuncio se produce un día después de que Israel iniciase los vuelos para deportar a cientos de sursudaneses a su país, que, a diferencia de los sudaneses o eritreos --a los que se les otorga más fácilmente el status de refugiado político ya que su país sufre un conflicto interno-- no han visto reconocido su condición de solicitantes de asilo.

Tras un encuentro en Jerusalén con el presidente marfileño, Alassane Ouattara, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que el dirigente africano ha expresado "su acuerdo con que Israel repatrie a los ciudadanos de Costa de Marfil que hayan llegado al país sin permiso".

Ambos dirigentes han discutido sobre la cooperación bilateral en sanidad, agricultura y desarrollo tecnológico, según un comunicado emitido por la oficina de Netanyahu.

El Ministerio del Interior israelí ha informado de que hay unos 2.000 marfileños residiendo ilegalmente en el país de un total de 60.000 inmigrantes procedentes de África. El número de sursudaneses oscila entre los 700 y los 1.500 y algunos han recibido dinero del Gobierno israelí por abandonar el país voluntariamente.

La portavoz de dicho Ministerio, Sabine Haddad, ha indicado que las fuerzas de seguridad han empezado a detener a unos 1.600 marfileños que serán deportados, aunque no ha dado ninguna fecha al respecto. El Gobierno de Netanyahu reconoce que los inmigrantes africanos se encuentran en el país para conseguir un trabajo, pero que el flujo migratorio podría cambiar el carácter demográfico del Estado judío.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, ha criticado las manifestaciones de alegría del domingo por parte de miembros del Gobierno cuando comenzaron las deportaciones de sursudaneses debido a que la comunidad internacional ha denunciado la actitud jubilosa ante las expulsiones.

El ministro ha criticado las palabras del ministro del Interior, Eli Yishai, que aseguró que su partido, Shas, pretende deportar a los 50.000 inmigrantes africanos que se encuentran en Israel, incluso si el Ejecutivo es incapaz de ello, según el diario 'Yedioth'.

"Oí a alguien que hablaba del interés nacional de Israel. Hay muchos que han sacrificado el interés nacional por el interés momentáneo de su partido", ha indicado Lieberman, que ha señalado que no recuerda unas críticas tan duras contra el país "por parte de los amigos de Israel, incluido Estados Unidos".

Algunas asociaciones norteamericanas y europeas han pedido que se respeten los derechos de los inmigrantes a la hora de expulsarles del país.