Barack Obama ha respondido a Donald Trump que todos los implicados en la masacre de Orlando son ciudadanos norteamericanos, tras exigir el aspirante republicano a la Casa Blanca que se impidiera la entrada al país a todos los musulmanes. Trump se ha mostrado indignado al considerar que el presidente estaba más enfadado con él que con el presunto asesino de la sala gay 'Pulse'.